Darth

Santuario
Guerra de Rebelión – La cura
Parte 1 – La niña
La Guerra entre el Imperio de Glegor y las Fuerzas Rebeldes de Triarius ha progresado efectivamente, a tan solo unos cuantos pasos de Central los rebeldes han logrado establecerse en un pueblo, donde se suministraran y ayudaran en todo lo posible a los pueblerinos.
– Bueno… Triarius dio la orden de conseguir suministros o ayudar alpueblo, ¿Qué haremos? – Dijo el rebelde mientras caminaba por la calle principal del poblado.
– Creo que podemos hacer ambas, ¿No lo crees? – Le contesto una joven rebelde que caminaba junto a él.
– ¡Bah! – Exclamo el soldado rebelde. – Si quieres ve a… ¿Hay espera a dónde vas? – Pregunto antes de terminar lo que quería decir, su joven acompañante se había alejado de él y corría hacia una casa.Enseguida el soldado comenzó a seguir la joven, hasta entrar a la casa.
La casa estaba vacía, sin vacilar el soldado desenfundo su rifle. – ¡Luna!... ¿Amor?... ¿Estás ahí? – Comenzó a gritar en busca de su joven amante, mientras caminaba por el pasillo principal de la casa.
– ¡Guarde eso, señor! – Se escucho, proveniente de detrás del soldado. El soldado desorientado se dio la vuelta y apunto alhombre mientras evaluaba la situación. – ¡Que guarde el arma! – Volvió a repetir el hombre.
– ¡Guarda el arma, Nerón! – Se escucho una voz dulce y tierna, una voz familiar, era Luna.
Enseguida el soldado reacciono y guardo su arma – Lo siento señor... – Dijo el soldado al hombre. – ¿Qué pasa Luna?... ¿Por qué saliste corriendo? –
– Escuche un llanto. – Contesto la joven soldado. El soldado nolograba comprender lo que sucedía.
– Veo que no comprende. – Dijo el hombre al joven desconcertado. – Sígame por favor. – Dijo mientras comenzaba a caminar y ambos soldados le seguían. Caminaron hasta llegar a un puerta – Esto puede no ser de su agrado – Comento el hombre mientras abría la puerta.
Una familia se encontraba alrededor de una cama, enseguida el soldado se abrió paso para ver lo quesucedía. Una pequeña niña enferma estaba en la cama, uno de sus brazos se encontraba cubierto por una capa solida de color morada.
– ¿Qué diablos hacen? – Grito el soldado. – Está contaminada, tiene la enfermedad de las minas de cristal… ¿Acaso quieren esparcir la enfermedad? – Decía el soldado asustado. – ¡Esto tiene que ser erradicado! – Enseguida el soldado intento sacar su arma, pero fuedetenido por su propia amante al derribarlo.
– ¡Calma, Nerón! – Dijo la soldado. – ¡Acaso no sabes que hay un ciudad cercas, que fabricaba la cura! –
– ¿Entonces por qué no han ido por ella? – Pregunto mientras se levantaba del suelo.
– Lo intentamos, pero la ciudad está infestada de esas cosas. – Contesto el hombre que los había llevado a la habitación.
– Señor, yo estoy más que calificada paraesta... – Pero antes de terminar fue interrumpida por un grito.
– ¡No te atrevas a decir ni una palabra más, Luna! – Grito el soldado mirándola seriamente.
– ¿Qué? – Pregunto al escuchar a su compañero. – Debemos de hacer algo, o esta niña va a morir. –
– ¡Tú!... Tú te quedaras aquí. – Dijo furioso el soldado, haciendo callar a todos en la habitación mientras lo observaban. – Yo iré, tengo másentrenamiento… – Susurro Nerón. – Además tú tienes entrenamiento medico, estabiliza a la niña. – Dijo mientras la soldado caminaba hacia él con la cabeza baja.
– Puedes aparentar ser duro por fuera. – Dijo la joven mientras levantaba su rostro, lleno de lágrimas. – Pero yo se que por dentro eres todo un héroe. – Enseguida se abalanzo sobre el soldado abrazándolo y con un beso se despidió de suamante.
Con una mano el soldado recorrió el rostro de la joven, quitándole una lagrima. – Regresare. – Dijo mientras se daba la vuelta y comenzaba a caminar hacia fuera de la casa, pero enseguida alguien tomo su mano, deteniendo al soldado.
– Toma. – Se escucho una voz tierna, pero débil, era la niña enferma que intentaba darle un crucifijo al soldado.
– Gracias. – Dijo el soldado mientras...