Dasdas

El campito del Ombú

En el campito, jugaban muchos gurices. Cada vez se metían más jugadores, a veces, llegaban a jugar veinte. El campito, era pelado, cualquier pequeño pasto no seanimaba a salir. El arco, era desde un pequeño paraíso hasta un palo clavado. Los partidos eran largos y muy enérgicos, era ganar o ganar. Con los zapatos rotos, casi en “patas”. Cuandollovía era todo una fiesta, parecía una pista de patinaje. Cuando terminaban los partidos, nadie quedaba limpio, el que lo quedaba aunque estuvieran por terminar, no salía limpio. Cuandovolvían, si no iban hacia la fuente a lavarse las “patas”, tenían que ir a escondidas sin que la “vieja” los viera. Más tarde, adoloridos, se sentaban en cualquier banco que vieran. En lospartidos, nadie quedaba afuera, el carnicero, el almacenero, etc. Gente del barrio de todas partes. A veces, jugaban pateando hacia el portón de chapa. Si alguien pateaba hacia el otro lado, laquedaba, o sea, que tenía que pasar al otro lado. Del otro lado se encontraba el gallinero. Ahí, se encontraba el perro, muy malo y señorial, era un perro que daba respeto. Lo que teníanque hacer, era elegir entre dos opciones: o ser humilde y pedir con cuidado la pelota, o saltar hacia el otro lado, tirar la pelota, correr muy veloz y saltar de “palomita”. Aunque algunossalían con mordeduras y todavía tienen los incisivos marcados. La vieja del gallinero, a veces ni siquiera les devolvía la pelota, o la pinchaba. Más hacia arriba estaba ese gran Ombú,lugar de ardientes parejas y de reuniones de gurices. Un día, en pleno partido llegaron unos hombres a sacar medidas, y un día, sin darnos cuenta, ya se encontraban las noticias de que se ibaa construir un nuevo liceo. Otro día, sin ni siquiera sentirlo, ya se encontraba el liceo. Nunca mas pasamos por ahí, sólo de hacerlo se nos caían las lágrimas.

Gabriel Martínez .1º 5