Daspre Althusser
sobre el
conocimiento
del arte
ALTHUSSER / DASPRE
CARTA DE ANDRE DASPRE
En ocasión del debate sobre el humanismo, Louis Althusser, además
de otros camaradas, han establecido
ima distinción radical entre la cienda y la ideologia para recalcar bien
que sólo el conocimiento cientiflco
tíebe valor: «Qjnfundir ambos órdenes seria prohibirse todo conocimiento».* Fierre Macherey demuestraque el debate es imposible entre
AltfauÍMer y Semprum, aquél hablando el lenguaje de la teoría y éste
d de la kieologie.* Igualmente | .
I b « f l ^ que declara: «El mmámo
«t «Mi denda. H laaxximo hatí»
tcai d lenguaje de Ui ideologio.*
Esta preocupadón de rigor en el
análisis es extremadamente positiva; lo digo porque lo pienso y no
por atenuar los comentarios que
siguen: Pero creo que d equivocoaparece a partir del momento en
que Althusser estudia el papd de
la ideología. Si bien es legítimo oponer de manera general cientía é
ideología, me parece sin embargo»
muy pdigroso. hablar de manera*
general de la ideología como de u»
cónjimto casi coherente.
» 1* Notwdle CHtique, Nb, 164, p. 4.
» La Nomreíle Critíque, No. 166, p. 1 ^
• La Nbnvde CUtiqn^ ife, 171.
ilt
Pensamiento Crítico, Habana,nº 10, noviembre de 1967. www.filosofia.org
Si tomamos jimtos religión, arte y
moral, no podremos, pormitinios
más que comentarios a^Mroximativos.
Althusser no niega evidentemoite
las distinciones por establecerse entre d arte y la moral por ejemplo;
pero éstas no le interesan en ese articulo y las descuida. Pero a partir
del momoito en que se ha definido
cuidadosamente la exigencia de rigorque caracteriza la ciencia, todo aquello que no es la ciencia se reencuentra, desde el punto de vista del
ccniocimiento, casi al mismo nivel:
el del equívoco, de la inadecuación.
Lo malo es que llegamos entonces
•a una definición n^ativa de los diferentes campos de la ideología, que
deja evidentemente escapar la originalidad del arte, de la moral, etc.
Es esto' lo que me impulsa a presentar algunoscomentarios sobre la
fundón del arte desde el punto de
vista dd conocimiento.
tienen por d contrarío un valor
irreemplazable.
Louis Althusser se qu^a con razón
justa de la impresión que rodea el
concepto del «culto de la personalidad»; se pregunta por qué no ha
sido planteado este problema «en
términos de teoría». En efecto, eso
debe ser objeto de reflexión. Pero
habría que agregar que sí losteóricos no han sabido cernir con exactitud la realidad de ese fenómeno
histórico, los artistas no los han esperado para analizarla. Y también
eso merece reflexión.
Pienso, por ejemplo, en la extraordinaria novda de Soljenitsyn, Un
día de Iván Denisovitch, y en d
monumento cuya importancia jamás se repetirá demasiado. Es evidente que estas, dos novdas no son
la simple ilustradón de un análisis
teóricoya que éste está aún por
hacer. Menos aún resulta sex un
simple reflejo de la realidad pasivaHabría primero que desechar, y de- mente r^trado por d escritor. En
iinitvamente, esa idea de que el arte ambas obras las contradicdones sales un simple reflejo de la realidad. tan a la vista; d absurdo puesto a
De hecho el arte no es jamás, ni plena luz. 0 lector se siente en
aún el arte naturalista, unsimple posesión sobre lo real y la novela
reflejo de lo reaL El artista se en- se vudve. como, dice Althusser de
trega a un trabajo de óbaexvadón, la ideología en general, «un histrude elaboración y de transcripción mento de acdón reflejado sobre la
de lo real del cual {««senta una Historia».
interi»«tadón original. Las informa- Pero ¿o^o podría d arte afectar
dones sobre la realidad que nc» larealidad, pesar sobre ésta, si no
muestran las obras no aoa tampoco ofredera un oonodmiento váUdo de
una simple descriptiéa de lo real; la misma?
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Pensamiento Crítico, Habana, nº 10, noviembre de 1967. www.filosofia.org
Hace algunos años, }ean Mercenac, esfuerzan por camufli^ear 1M esreseñando en L'Humanité una ex- tructuras del capitalismo. Sea. Pero
posición de Picasso, decia más o me-...
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