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 Para iniciar el desarrollo del siguiente comentario, tendríamos necesariamente que empezar con una definición del concepto alternabilidad, con el cual hemos definido la interpretación referente a la propuesta del presidente del PLD, sobre la creación de una fábrica de presidentes, que le permita a esa organización sucederse a sí misma en el poder. 
 ¿Pero qué es la alternabilidad?
Laalternabilidad es la posibilidad real de que los gobernantes, cambien periódicamente mediante mecanismos legales, principalmente electorales, a fin de que determinadas personas no se perpetúen en el poder, lo cual es por esencia antidemocrático.
La alternabilidad no debe confundirse con el bipartidismo, que de hecho es una aberración del sistema democrático. Una democracia saludable da igualdad deoportunidades a diversas agrupaciones políticas y/o personas, no necesariamente sólo a dos.
Entonces,  como bien dijera el expresidente Leonel Fernández,  en el acto de conmemoración  de  los  50  años  de  la  llegada  al  poder  del  Prof.  Juan Bosch,  frente  a  la  explanada  frontal  del  Panteón  Nacional,   de   que  en  lo  adelante,   esa  organización  se  abocaría   a  convertirse  en  una fábrica  de  presidentes,   para  gobernar al país  por los próximos 20 años.
En un discurso cargado de aristas e interrogantes,  de donde queda pendiente la ratificación de un compromiso,  que impone  un  nuevo panorama a lo interno de la organización morada.
Infiriendo  en  su contenido,  un  sentimiento  de  alternabilidad  democrática  que  permita  en  el  futuro  la  materialización  de esas  expresiones.
Bajo   el  entendido  que  si  se  pretende convertir al PLD,  en  una  fábrica  de  presidentes,   lo  ideal,   lo correcto,  así como  lo propio,  sería  que  se empiece  a predicar con  el  ejemplo,   deponiendo  apetencias   particulares   y   permitiendo  la  promoción  de  nuevas  figuras.   
Sin que medien tratativas de confabulaciones o desplantes, que pudieran hacerabortar el desarrollo del proceso de sucesión.
 
Puesto  que  no  es lo mismo  una  fábrica  de  presidentes,  que  una  fábrica de candidatos,   los  cuales  podrían  correr  el   riesgo  de  terminar  postrados entre  las fauces   del  propio  poder,  doblegados por la inquina de quienes promovieron democracia  participativa  y  terminaron  dando  imposición  colectiva. 
Por  lo  que,   para  la consumación  de la primera intención,   ósea,  para  la   conversión del  PLD,  en  una  fábrica  de  presidentes,  deberá  imponerse  una  determinación  real,   que   garantice   el   surgimiento   de  nuevas  posibilidades  dentro  del seno de la organización.
Que a  su  vez,  comprometa  a  todos  los  sectores  con    ese  propósito,    para  que   no solo  se  cuente  con  el  respaldo del  promotor  de  la  iniciativa,   como   sería el  caso  del presidente  del  partido,  sino  también,   de   todo el  andamiaje  político   de la organización.  Cuyas  actuaciones,   deberán  establecerse conforme  a  reglas  de  juego  que  permita   la  cohabitación  dentro  de  un  ambiente  pluralista. 
Tomando como ejemplo de futuras nominaciones,  la elección del presidente de larepública, Lic. Danilo Medina Sánchez,   que  sirvió  para romper  con  un  sofisma,  establecido  con  singular   asentó   caudillista,  al  predisponer  sugestivamente  dentro  de las filas moradas,  que solo  se  ganaba  con  un  candidato,  lo  cual  quedo  erróneamente  evidenciado,  sirviendo  de  paradigma   a   una  realidad  que demostró  que  no  solo  se  ganaba  con   una   persona,  sino  que además  se  podía hacer mejor gestión con otra.
Lección  que  no solo rompió con  esquemas  desgastados  del  pasado,   sino  que  ha  dado  demostraciones  de  que  los  partidos  se  pueden  suceder  a  sí mismos  en el poder,  sin  ser  sometidos  al  desgaste  natural  que  el mismo  poder  infiere.
Enseñando  en  la práctica,  que  los  partidos  no  se desgastan,   sino  que  los...