DCHO FINANCIERO



Las finanzas públicas se expresa fundamentalmente desde cuatro ángulos, tanto del lado del ingreso como del gasto, la deuda pública y la fiscalización. Y también lo hemos dicho la causa principal de la caída y el estancamiento de los recursos fiscales ha sido el reflejo del bajo crecimiento económico del país, ya que en los tres años de la actual administración federal el producto internobruto no ha llegado ni siquiera al 1%.

A ello deberemos sumarle el daño ocasionado a nuestra patria por la adopción de una política de economía abierta, con una apertura comercial indiscriminada que se acompañó de indebidos privilegios y exenciones fiscales a las maquiladoras y empresas altamente exportadoras, al sector financiero y las grandes corporaciones, los injustos convenios para evitar ladoble tributación, el crecimiento de la evasión y elusión fiscal y la economía informal, signo de los nuevos tiempos que corre paralela a la formalidad. Aunado a una pésima actuación del Servicio de Administración Tributaria (SAT), donde los ingresos tributarios no crecen o muy levemente caso del IVA recaudado en 2003 y son extremadamente injustos e inequitativos.

Por principio de cuentas, habremosde sentar las premisas que permearán las discusiones en las mesas de análisis de la Convención Hacendaria en los casi seis meses de trabajos:

Primera, existe un consenso generalizado de los actores políticos y sociales, sobre la fragilidad de las finanzas públicas nacionales; el Estado mexicano cada día cuenta con menos recursos para cumplir con sus funciones básicas: promover el desarrollo de lanación y garantizar el bienestar de los mexicanos.

Segunda, como consecuencia de ello, los montos destinados en el presupuesto de egresos de la federación para cubrir el gasto del aparato estatal en sus diversos ramos, los programas sociales, de infraestructura e inversión y el de las entidades paraestatales, se han convertido año con año en meras reasignaciones presupuestales, que se antojanlas más de las veces caprichosas, perjudicando actividades sustantivas que podrían ser pivotes de desarrollo, caso de Pemex y CFE. Por otra parte no puede soslayarse la preocupación por un federalismo hacendario más justo, que fue el detonante para convocar y que será tema central de la Convención.

Tercera, es innegable que el Estado mexicano Federación, estados y municipios ha ido acumulando unaenorme deuda pública que absorbe, cada vez más, cuantiosos recursos del presupuesto anual federal de egresos, minando los montos de otros programas sustantivos. Pero lo más grave es que la partida de deuda pública sólo es para el pago de los enormes intereses que ésta genera; ante ello externamos también la preocupación por el crecimiento de las contingencias y avales del gobierno federal, a losque los analistas, al consolidar todos los pasivos, situaban en un 128.5% del Producto Interno Bruto de 2003.

Cuarta, es lamentable que, en el aspecto de la fiscalización del gasto público, la Auditoria Superior de la Federación carezca de la suficiente fuerza jurídica para hacer valer sus resoluciones, las que han sido impugnadas por el mismo Ejecutivo federal; la Suprema Corte de Justicia hadecidido que no tiene capacidad jurídica para ordenar nuevas auditorias a los bancos rescatados con el Programa Fobaproa-IPAB.

Por el lado de los ingresos públicos, y en concreto sobre el aspecto tributario, conviene resaltar la captación en el caso del impuesto sobre la renta (ISR), pues es difícil de aceptar que, dado el tamaño de nuestra economía la novena del mundo y de la plataforma deexportación de 170 mil millones de dólares por las empresas trasnacionales y maquiladoras, en la práctica éstas no contribuyen al erario como debiera ser. A esto habría de agregarse que la captación de éste impuesto por cada segmento es mayor en el caso del trabajo que del capital, lo que pone en entredicho la equidad de nuestro sistema tributario.

Por otra parte, conviene recordar que en captación...