De Affrettando a rirtenuto



DE AFFRETTANDO A RIRTENUTO




Abre un ojo dejando que la luz bañe sus pupilas adormecidas. La ventana está abierta y deja entrar la luz del día. Vuelve a cerrar sus ojos aún adormecidos. Nota el aire de la mañana entrar cálidamente en la habitación; el cantar de un pájaro piropeando quizá a esa mañana tan preciosa.
Sabe que debe levantarse así que se incorpora en la cama y se quedasentado. Sus ojos ya han agudizado los colores y puede distinguir los muebles de la habitación. Nunca ha acabado de decidir si le gusta como tiene decorada la casa, pero él lo sabe: eso depende de Sandra.
¡Sandra! Se gira a su izquierda, la mira y respira aliviado. Por un segundo ha notado como que la había perdido. Pero no, allí esta, dormida. Saca la primera sonrisa del día y se da cuenta. Nodebo dejar perder esta razón de sonreír, piensa cada mañana.
Gira la mirada hacia la ventana otra vez, la ciudad se rinde a sus pies, pequeña, vieja y blanca. El día era claro, azul, brillante. Tiene la sensación de que hoy va  ser un día especial, pero algo le falla… tiene una espacie de presentimiento. Hoy se ha despertado en blanco. Sus paredes son de ese color, su colcha, su ventana, incluso laciudad. Tranquilidad incomoda, demasiada. Algo le falta, lo nota en su ser. De golpe sus ojos se mueven asustados en busca de algo.
Lo encuentra y sonríe, la segunda sonrisa del día.
En eso que se levanta Sandra y lo ve, ahí, tan tranquilo, tan sereno a su lado contemplando su segunda razón. Es agradable despertarse y verlo sonreír, o eso piensa ella. Pero se da cuenta que no es ella por la quesonríe.
- Algún día te va a comer viva el alma ese piano – Dice sarcástica.
- ¡O entero, de pies a cabeza! Anda, buenos días cariño – Le da un beso tierno en los labios.
- Ojalá algún día te pille mirándome así a mí también.
- Contigo lo hago a escondidas.
- ¡Mentiroso! – Le dice entre risas.
Se quedan mirando, cada uno con su pensamiento. Ella quisiera ser el piano de su pianista. Y élquiere creer que algún día la querrá tanto como esas teclas.
Se levanta y se acerca a su fiel amigo. Negro, blanco, sereno. Acaricia sus notas, pero sin tocarlas; como aquel que tiene un deseo tan grande que espera un poco más para que crezca y al fin poder cumplirlo.
- Carlos, ojala pudiera entender la conexión que tienes con ese instrumento y sus teclas – Le dice ella desde la cama.
- No se puedecomprender, no tiene sentido.
- Alguno debe tener, sino no lo harías.
- No sé, Sandra, siempre me ha robado el alma, desde pequeño.
- Yo tengo miedo de que algún día te robe la cabeza y te pierda.
- Los locos tan solo somos diferentes a los cuerdos, porque damos importancia a otras cosas.
- ¡Somos! Ves Carlos, tú mismo te ves como un loco. Eso es un grave problema, de verdad.
- No digastonterías de buena mañana anda, estoy perfecto.
- Estás obsesivo con ese instrumentico, es como tu cocaína.
- ¡Piano Sandra, es un puto piano!
Se levanta de la cama enfurruñada, se pone la bata y se va a la cocina. Pasa por su lado bruscamente. Sabe que ha hecho que se enfade, pero nade llama instrumentico a su piano. Llevo demasiados años con el como para que ahora ella me lo infravalore. Pero noquiere perderla, es su primera razón para sonreír (aún que no se lo diga).
- Anda, no te enfades de buena mañana mujer. El día es azul, los pajaritos cantan y tu sonrisa sonaba en harmonía con este paisaje.
- Entonces, si me quieres ver sonreír, hazme un favor.
- ¿Cuál? -  A ver que me pide ahora, siempre me pide cosas raras; piensa irónico.
- Hoy no toques ese dichoso instrumentico.
-¡Piano, es un piano! … Pero no me puedes pedir eso Sandra, sabes que me mata por dentro.
- Por un día, él o yo.
- Mira que eres celosa, incluso de un instrumento.
- “El piano” Carlos, es “el” piano. – Saca una sonrisa sarcástica mezclada medio en broma y rabia.
Las cosas que hace un hombre por amor. Mil pensamientos le pasan por la cabeza. Le da mucha rabia que ella solita decida que hoy no puede...