De Alemanes A Nazis
Los días de julio y agosto de 1914 adquirieron en el imaginario alemán un estatus simbólico prestamente explotado por la extrema derecha después de 1918 pero que, además, prevaleció por décadas en las narraciones sobrelo ocurrido en aquella época. Fritzsche concede crédito a la revisión que la historiografía ha realizado a fines del siglo XX de la idea de una Alemania monolítica, unánimemente comprometida en 1914 con la causa bélica; idea que resulta poco creíble si se tienen en cuenta las multitudinarias manifestaciones contra la guerra que por entonces tuvieron lugar, además de otras expresiones deescepticismo y de preocupación frente al conflicto: fueron muchos los alemanes que no se dejaron embriagar por las consignas patrióticas y el entusiasmo bélico, admite Fritzsche. Sin embargo, lo que esta revisión no ha atinado a percibir –según nuestro autor- es que las manifestaciones a favor de la guerra y de apoyo al gobierno cuajaron un sentimiento de comunidad nacional como no habían logrado hacerlas políticas implementadas por el régimen en las décadas precedentes. Su intento por inculcar en las masas un sentido de identidad y cohesión nacional a través del ceremonial público resultaba torpe e infructuoso porque redundaba en el carácter autoritario, aristocrático y paternalista de la política alemana. Las manifestaciones patrióticas de 1914 implicaron que gentes de las clases media y bajase apoderaran del lugar tradicionalmente reservado a las tropas del Káiser en los desfiles por las calles de Berlín y otras ciudades, abandonando de este modo su rol de meros espectadores del ritual gubernamental y provocando el desconcierto de la policía, cuyo cometido de controlar a las masas se vio enormemente dificultado, además de sorprender a un gobierno demasiado habituado a coreografiarlas manifestaciones públicas.
Lo que se desencadenó en 1914, según Fritzsche, fue una dinámica de índole popular, como tal gestada desde abajo, que supuso un salto cualitativo hacia la consolidación de una conciencia comunitaria nacional. Se trató, por tanto, de un punto de inflexión decisivo para el proceso de nacionalización de las masas (a la vuelta de los años, uno de los objetivosfundamentales del III Reich). Esta dinámica sentó las bases para la conformación de una sociedad civil que pudo soportar los embates de una guerra más larga y más cruenta de lo inicialmente esperado. Por sobre el fraccionamiento de intereses resultante de la crítica situación económica y a pesar de una desmoralización bastante generalizada, en 1918 persistía un sentido de solidaridad nacional tal que las...
Regístrate para leer el documento completo.