De Amores Y Seducciones

De amores y seducciones: cartas de mujeres a un jesuita.
Dra. Emilia Recéndez Guerrero
Universidad Autónoma de Zacatecas
La pluma es correlato natural de la lengua, y por esto es menester vivir con ella
con el mismo tiento que con la lengua; y mucho más, porque deja rastro, ymucho más, porque a la lengua le añadió freno la naturaleza. Frenillo se llama
aquella atadura a la que esta asida. Quizá el diablo de la lengua, del despecho
de verse atada y encerrada, buscó tal instrumento para volar donde ella podíay el más ligero. Francisco de Quevedo
Introducción
Anna Josefa Gregoria García de Izquierdo, dio rienda suelta a sus sentimientos e imaginación utilizando la pluma, nunca pensó y pretendió que su escrituratrascendiera, solo quería comunicarle a su amado, el padre Joseph Joaquín Izquierdo y Vraga ¡cuánto lo amaba! ¡cuanto lo necesitaba! y su enorme deseo de que regresara a la ciudad de Celaya. Indudablemente que la escritura de la mujer, objeto de este trabajo, no pretendía hacerse pública (por ello pido disculpas) ya que leer y redescubrir sus cartas introducen irremediablemente a su intimidad.Así mismo, la lectura del epistolario me generó muchas interrogantes, las que se han contestado poco a poco, en la medida que he trabajado con los documentos, algunas de esas preguntas son: ¿qué representaba para las mujeres del siglo XVIII la escritura? ¿era un privilegio saber escribir? ¿pueden dichas mujeres hablar a través de sus textos? ¿cómo organizar esa escritura de mujeres? y ¿cómoordenar esas voces del pasado sin forzarlas queriendo encontrar en ellas lo que tal vez no quisieron decir?
Hace diez años que investigo sobre las mujeres novohispanas con la intención de hacerlas visibles en la Historia de Zacatecas, en los espacios: social, económico, educativo y cultural, dentro de los cuales se incluye el campo de la escritura. En esa búsqueda encontré en el ArchivoGeneral de la Nación la correspondencia del jesuita Joseph Joaquín Izquierdo, nacido en Zacatecas en 1750, en el seno de una familia de modestos recursos, no obstante, todos sabían leer y escribir, incluyendo a las mujeres (en otros trabajos ya se ha hecho la reconstrucción de la vida de la familia, gracias a ese epistolario) El sacerdote como la mayor parte de los jesuitas, mantuvo unaprolífera correspondencia con diversos sujetos, sus familiares y varias mujeres que vivieron en los sitios donde le toco ejercer su ministerio.
Encontrar el epistolario me motivó a proponer un proyecto de investigación destinado a redescubrir y develar la escritura de las mujeres del siglo XVIII y XIX, este ensayo forma parte de esa serie de textos, cuya pretensión es: escuchar las vocesfemeninas de esos siglos, a través de sus escritos, y como dice Asunción lavrin “con la profunda convicción en torno a su valor como medio para adentrarnos en un mundo femenino y cultural que aún no ha sido muy reconocido por la historiografía tradicional”. Así, en esta ocasión y tomando como fuente parte de esa correspondencia, se tratará de relacionar los mecanismos y motivaciones que llevaron aalgunas mujeres a apropiarse de aquello que supuestamente les era ajeno: la escritura, dicha apropiación se realizó desde el ámbito privado, aquel que les había sido designado como adecuado para ellas.
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