De bil del alba
Débil del alba
El día de los desventurados, el día pálido se asoma
con un desgarrador olor frío, con sus fuerzas en gris,
sin cascabeles, goteando el alba por todas partes:
es un naufragio enel vacío, con un alrededor de llanto.
Porque se fue de tantos sitios la sombra húmeda, callada,
de tantas cabilaciones en vano, de tantos parajes terrestres
en donde debió ocupar hasta el designiode las raíces,
de tanta forma aguda que se defendía.
Yo lloro en medio de lo invadido, entre lo confuso,
entre el sabor creciente, poniendo el oído
en la pura circulación, en el aumento, cediendo sin rumbo el paso a lo que arriba,
a lo que surge vestido de cadenas y claveles;
yo sueño, sobrellevando mis vestigios morales.
Nada hay de precipitado, ni de alegre, ni de forma orgullosa: todo aparece haciéndose con evidente pobreza;
la luz de la tierra sale de sus párpados
no como la campanada, sino más bien como las lágrimas,
el tejido del día, su lienzo débil,
sirve para unavenda de enfermos, sirve para hacer señas
en una despedida, detrás de la ausencia:
es el color que sólo quiere reemplazar,
cubrir, tragar, vencer, hacer distancias.
Estoy solo entre materiasdesvencijadas,
la lluvia cae sobre mí, y se me parece,
se me parece con su desvarío, solitaria en el mundo muerto,
rechazada al caer, y sin forma obstinada.
Ritual de mis piernas
largamente hepermanecido mirando mis largas piernas,
con ternura infinita y curiosa, con mi acostumbrada pasión,
como si hubieran sido las piernas de una mujer "divina"
profundamente sumida en el abismo de mitórax:
y es que, la verdad, cuando el tiempo, el tiempo pasa,
sobre la tierra, sobre el techo, sobre mi impura cabeza,
y pasa, el tiempo pasa, y en mi lecho no siento de noche que una [mujer está respirando, durmiendo desnuda y a mi lado,
entonces, extrañas, oscuras cosas toman el lugar de la ausente,
viciosos, melancólicos pensamientos
siembran pesadas posibilidades en...
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