De Buena Presencia: Pigmentocracia Laboral
‘‘Se solicita mujer, joven, bachiller, de buena presencia, favor anexar currículum confoto’’. Si usted abriera el desplegado de clasificados de cualquier periódico dominicano, e inocentemente se dirigiera al área de empleos, lo más probable es que se encuentre con al menos cinco anunciosmás o menos de este tipo. Cada uno con sus posibles variantes, pero indudablemente siempre respondiendo al mismo patrón discriminatorio de la prevalencia estética ante la calificación académica de lasolicitante; se requiere una ‘‘Buena Presencia’’ que deberá adherirse al cumplimiento de ciertas especificaciones. Estos requerimientos no han sido determinados de forma ni casual ni inocente; quienescribe y publica el anuncio sabe que al utilizar estos términos su mensaje será decodificado conforme las imágenes prevalecientes en el imaginario social. No se trata de ser blanca, sino de ser lomenos negra posible a modo de aumentar las posibilidades de movilidad social mediante un proceso que incluye alaciado del cabello, adquisición de lentes de contacto, cabello tintado en tonos claros ymaquillaje a juego.
En la medida que se analizan las escalas laborales se percibe un blanqueamiento de la piel y atenuación de los rasgos que denoten conexión alguna con la negritud. Estesistema estetico-racista funciona tan bien que es casi imperceptible. Y quien solicita una mujer de buena presencia para cualquier posición administrativa no siente cometer racismo alguno. Dicho esto, nosenfrentamos a un esquema opresivo que reconoce y premia las características caucásicas e invisibiliza de manera sistémica la representación y participación afro de manera activa en las posiciones depoder.
El Código de Trabajo Dominicano, en su principio VII establece la prohibición de: ‘‘cualquier discriminación, exclusión o preferencia basada en motivos de sexo, [...] raza, color,...
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