De La Educación De Los Hijos. Montaigne

Páginas: 59 (14586 palabras) Publicado: 19 de septiembre de 2011
DE LA EDUCACION DE LOS HIJOS
MICHEL DE MONTAIGNE
Libro I. Cap. XXVI
A la señora Diana de Foix, condesa de Gurson
Jamás vi padre, por enclenque, jorobado y lleno de achaques que su hijo fuera, que consintiese en reconocerle como tal; y no es que no vea sus máculas, a menos que el amor le ciegue, sino porque le ha dado el ser. Así yo veo mejor que los demás que estás páginas no son sino lasdivagaciones de un hombre que sólo ha penetrado de las ciencias la parte más superficial, y eso en su infancia, no habiendo retenido de las mismas sino un poco de cada cosa. Sé, en definitiva, que existe una ciencia que se llama medicina, otra jurisprudencia, cuatro partes de matemáticas, y muy someramente el objetivo de cada una de ellas; quizás conozco el servicio que dichas ciencias prestan al usode la vida, pero de mayores interioridades no estoy al cabo; ni mi cabeza se ha trastornado estudiando a Aristóteles, príncipe de la doctrina moderna, ni tampoco empeñándose en el estudio de ninguna enseñanza determinada, ni hay arte del cual yo pueda trazar ni siquiera los primeros rudimentos; no hay muchacho de las clases elementales que no pueda aventajarme, y a tal punto alcanza miinsuficiencia, que, ni siquiera me sentiría capaz de interrogarle sobre la primera lección de su asignatura; y si se me obligara a hacerle tal o cual pregunta, mi incompetencia haría que le propusiera alguna cuestión general, por la cual podría juzgar de su natural disposición, dicha cuestión le sería tan desconocida como a mí la elemental.
Aparte de los de Séneca y Plutarco, de donde extraigo mi caudal,como los Danaides, llenándolo y vaciándolo perpetuamente, no he tenido comercio con ningunos otros libros de sólida doctrina. De esos escritores algo quedará en este libro, casi nada en mi cabeza. En materia de autores, me inclino a los de historia y poesía, pues como Cleantes opinaba, así como la voz encerrada en el estrecho tuvo de una trompeta surge más agria y más fuerte, así entiendo yo quesentencia comprimida por la poesía brota más bruscamente y me hiere con más viva sacudida. En cuanto a mis facultades doblegar bajo su pesada carga; marchan mis conceptos y juicios a tropezones, tambaleándose, dando traspiés, y cuando recorro la mayor distancia a que mis fuerzas alcanzan ni siquiera me siento medianamente satisfecho, diviso todavía algo más allá, pero con vista alterada y nubosa,que me siento incapaz de aclarar. Haciendo propósito de hablar de todo aquello que buenamente se ofrece a mi espíritu con el solo socorro de mis ordinarias fuerza acontéceme a veces hallar tratados en los buenos autores, lo mismo que asuntos sobre los que discurro, como el capítulo sobre la fuerza de imaginación, materia que trató ya Plutarco. Comparando mis razones con las de tales maestros,siéntome tan débil y tan mezquino, tan pesado y adormecido, que me compadezco, y a mí mismo me menosprecio; congratúlame, en cambio, el que a veces quepa a mis opiniones el honor de coincidir con la de los antiguos, así los sigo al menos de lejos y reconozco lo que no todos reconocen: la extrema diferencia entre ellos y yo. Mas a pesar de todo dejo correr mis invenciones débiles y bajas como son, talescomo han salido de mi pluma, sin remendar los defectos que la comparación me ha hecho descubrir.
Preciso es tener en sus propias fuerzas toda la confianza posible para marchar frente a frente de tales autores. Los indiscretos escritores de nuestro siglo, cuyas insignificantes obras están llenas de pasajes enteros de los antiguos, que para procurarse honor se apropian, practican lo contrario; y ladiferencia entre lo suyo y lo que toman prestado es tan grande, que da a sus escritos un aspecto pálido, descolorido y feo, con el cual pierden más que ganan.
Dos filósofos de la antigüedad tenían bien distinta manera de pensar y proceder en sus escritos: Crisipo incluía en sus obras, no ya sólo pasajes, sino libros enteros de otros autores, y en una incluyó la Medea, de Eurípides: Apoliodoro...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • De la educación de los hijos
  • Educacion De Los Hijos
  • en la educación de los hijos
  • Educacion de los hijos
  • Educacion De Los Hijos
  • LA EDUCACION DE LOS HIJOS
  • educacion en los hijos
  • La educacion de los padres en la educacion de los hijos

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS