De la retorica bilateral a las efectividades conducentes
Este año, el 3 de enero, se cumplieron 179 años de la utilización de la fuerza por parte del Reino Unido para proceder a la usurpación de las Islas Malvinas.
Asimismo, el 2 de abril se cumplirán 30 años del fallido intento de recuperación del archipiélago por parte de tropas argentinas.
Sin duda, conociendo a nuestra sociedad y a nuestros gobiernos, elanálisis se centrará en el segundo de los acontecimientos. Es que desde siempre por mucha desidia nuestra y un poco de contribución foránea, le dimos y le damos más importancia al árbol que al bosque.
Nunca hubo ni hay que decir, del ejercicio abusivo de la fuerza de los ingleses. Mucho menos del desdén a las protestas argentinas interpuestas por el primer embajador argentino ante el Reino, donManuel Moreno, hermano del secretario de la Primera Junta de gobierno gestada en 1810.
Mucho menos comentar cómo la tan “democrática” Inglaterra hizo y hace caso omiso a las resoluciones de la más democrática representación que poseen los países del orbe en la Organización de las Naciones Unidas: la Asamblea General.
Es claro, su régimen colonialista y de nacionalismo exacerbado los llevó arefugiarse en el más oligárquico de los organismos del Ente supranacional: el Consejo de Seguridad. Un club reducido con poder de veto surgido de los ignominiosos acuerdos de Yalta y Potsdam.
Tampoco se comentará la vocación de dialogo de la Argentina, mantenida durante 150 años y de la persistente y provocadora posición de sentarse a monologar de la contraparte.
Es así que los personeros de laArgentina colonizada y anglófila, aquellas cultas personalidades de la izquierda intelectual y de la derecha genuflexa nos pedirán que no hagamos lo que el adversario hizo desde siempre: defender sus intereses prescindiendo de la dicotomía amigos- enemigos.
Es así que Beatriz Sarlo critica el “patriotismo despótico” ( ver La Nación del 27.01.12), pero ni una pizca de crítica al imperio que explotó ytraficó seres humanos, expolió y expolia riquezas ajenas y creó geografías artificiales basadas en el “Divide y reinarás”.
A esa visión autoflagelante de una representante de la “intelligentsia argentina” se complementa la visión economicista de Enrique Szewach en “Las Malvinas y el dulce de naranja” (ver La Nación del 31.12.12). Este hombre de números nos propone compartir los recursos con losbritánicos. Tal vez habría que preguntarle si las ganancias se repartirán como en las explotaciones mineras de Bajo de la Alumbrera (Provincia de Catamarca) y Veladero ( Provincia de San Juan), es decir un 97 % para la empresa (¿ canadiense?) Barrick Gold y un 3% para las provincias mencionadas. No sea que se violente la seguridad jurídica y se denuncie la Ley 24.228 de Minería.
A su vez, en elprograma “Desde el llano” del periodista Joaquín Morales Solá, el destacado analista internacional Jorge Castro definía como “invasión” el hecho acaecido el 2 de abril de 1982 y coincidía en prácticamente todo con el “librepensador” Carlos Escudé, convocado a opinar sobre las últimas novedades respecto de esta problemática.
Complementando las anteriores opiniones, sumamos a Jorge Lanata, un muyprestigioso periodista devenido recientemente en historiador, quien en su programa de Radio Mitre del día de la fecha aseguraba con total convicción que antes de la guerra de 1982, el Concejo Deliberante de las Islas y ciertos sectores británicos estaban dispuestos a negociar la soberanía de las Islas.
Ciertamente, no habrá leído que a principios de 1976, durante la presidencia de Maria EstelaMartinez de Perón, el Reino Unido envió la “Misión Shackleton” que comprobó la existencia de petróleo en la Cuenca de Malvinas y es en ese momento cuando los británicos deciden endurecer su posición monologadora respecto de la Argentina.
Más allá de esta multiforme cantidad de opiniones y de “opinadores”, podemos brindar el aporte final del Señor James Neilson, un británico aposentado en estas...
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