De las armas a la batalla con las palabras
FIDEL CASTRO CAMBIA DE TERRENO, PERO NO DE BANDO
Recibida con acentos apocalípticos por la mayor parte de la prensa occidental, la renuncia de Fidel Castro a la presidencia de su país no implica forzosamente cambios abruptos en Cuba. De donde podría provenir un vuelco significativo es de su principal enemigo, Estados Unidos, si en las próximaselecciones se impusiera el demócrata Barack Obama.
Ignacio Ramonet
Director de Le Monde diplomatique, Madrid.
Traducción: Gustavo Recalde
El martes 19 de febrero, a través de un “Mensaje del Comandante en Jefe” publicado en el diario Granma de La Habana, Fidel Castro anunciaba que ponía punto final a su larga y extraordinaria carrera política, renunciando a ser candidato a su propiasucesión en la Presidencia de Cuba.
Sigue siendo –al menos, por el momento– Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), lo que dista de ser una función menor en un sistema político de partido único. En principio, anunciaría su eventual dimisión durante un Congreso del PCC, pero no lo ha habido desde 1997. Hasta ahora, el cargo de Primer Secretario nunca estuvo disociado del de jefe delEjecutivo en ningún país comunista. Es pues poco probable que Fidel Castro conserve su puesto en el seno del Partido, dado que también renunció a ser Presidente del Consejo de Ministros (Primer Ministro).
De todos modos, su inmensa influencia en la opinión pública cubana perdurará. En la medida en que aunque abandonó la presidencia, tal como dijo en su mensaje, fue también para dedicarse, de algunamanera, al “4º poder”: seguirá escribiendo en el diario de mayor tirada de la isla, Granma, “órgano central del Partido”. En su nuevo cuartel general clandestino, sigue siendo pues el combatiente que siempre fue, aunque sus armas sean ahora exclusivamente las palabras, y su batalla más que nunca la de las ideas. Es un terreno –el de la hegemonía cultural, como diría Gramsci– por el que siempreluchó.
Los artículos que publica regularmente, y que no dejó de escribir durante su larga convalecencia, seguirán pues apareciendo. Sólo la rúbrica debería cambiar: en lugar de “Reflexiones del Comandante en Jefe”, se leerán en adelante simples “Reflexiones del camarada Fidel”. Es muy probable que los cubanos, al igual que los observadores internacionales, sigan leyéndolo con la mayor atención,porque Fidel Castro no es reemplazable.
En la historia de su país, su trayectoria es única, no sólo debido a sus cualidades de líder, sino también porque las circunstancias históricas ya no serán más las mismas. Fidel Castro atravesó todo: la guerrilla en Sierra Maestra, la Revolución de 1959, las agresiones armadas de Estados Unidos, la crisis de los misiles de octubre de 1962, el apoyo a lasguerrillas (entre ellas, la del Che Guevara en Bolivia), la desaparición de la URSS y décadas de enfrentamiento con Estados Unidos.
El hecho de que abandone el poder en vida debería permitir una evolución pacífica de Cuba. En su mayoría, los cubanos aceptan ver a su país dirigido de la misma manera y en el mismo camino socialista por un equipo diferente. Después de todo, Raúl lleva las riendasdel poder desde hace ya más de un año y medio, y la vida siguió su curso sin sobresaltos. Con pragmatismo, puso en el centro de la acción de su gobierno las cuestiones que preocupan a la gente: la alimentación, el transporte, la vivienda, el costo de vida.
Los ciudadanos tuvieron tiempo para acostumbrarse a la idea de que Fidel Castro abandonaría el poder. En sus recientes artículos, se ocupó deque se filtraran, con pedagogía, informaciones muy claras que anticipaban la decisión que acaba de tomar. Así, en diciembre de 2007, había escrito: “Mi deber elemental no es aferrarme a cargos, ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas cuyo modesto valor proviene del hecho de que tuve la oportunidad de vivir una época excepcional”.
Más tarde,...
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