De los Tres Órdenes Imaginarios de la Sociedad Medieval a Antecedentes del Concepto de Cultura

"De los Tres Órdenes Imaginarios de la Sociedad Medieval a Antecedentes del Concepto de Cultura"

La obra del francés Georges Duby es un exhaustivo tratado, tanto teórico como recopilatorio, acerca del orden de las relaciones humanas en el plano social hacía la Plena Edad Media –tránsito entre los siglos X y XI-, ya bien pasada la fase formadora de los estados monárquicos consolidados desdelos Pirineos hasta las costas del Mar Adriático, y entre las costas del Mar Báltico hasta el Mediterráneo Itálico, configurando lo que fue la Europa Católica Medieval. Aunque centrado en el Reino Franco de la dinastía Carolingia –y, por ende, exponiendo características particulares de esa región del continente-, es puntual en su explicación de cómo se concibe abstractamente el orden natural de lajerarquía sociopolítica y las relaciones entre individuos a partir de ello, fundamentado de manera tripartita: Quienes oraban- oratores-, quienes batallaban –bellatores-, y quienes laboraban –laboratores-; aclarando, por supuesto, que esto es un constructo del pensamiento occidental para posibilitar el estudio de la Edad Media.

Inicialmente para esta reseña, planeaba, en lo posible, relacionaralgunas variaciones contemporáneas del concepto de cultura con el concepto de los tres órdenes Medievales, a modo de posible antecedente de estos; pero teniendo en cuenta la discrepancias entre ambas ideas, ya que el concepto de los tres órdenes implica que no haya variaciones regionales de este –es decir, pasar por encima de los contextos-, he decidido abordarlo con menos confrontación y, más bien,desde una posición sintética y analítica, si bien breve, con respecto a la influencia de ese orden Medieval en el orden social Europeo en siglos posteriores -señalando algunas excepciones- y que, a la larga, terminaron siendo componentes o elementos dentro de lo entendido por cultura.

Los paradigmas a partir de los cuales se establece un panorama sobre el orden del imaginario Medieval son tanarbitrarios como segregadores, en cuando a que, dentro de mi aún limitado estudio y comprensión del texto de Duby, su perpetuación dependió de tres factores concebidos como anteriores a los tres órdenes: La necesidad de que todo debía tener un orden para poder ser gobernado, la necesidad de asignar una utilidad y/o dirección dentro de esa gobernanza, y la necesidad de mantener una desigualdaddentro del orden para que, a su vez, se mantuviese la jerarquía que permitía tal gobernanza.

Incluso mucho antes de esto, en los tiempos del Imperio Romano, el primer factor ya había sido identificado y aplicado en la administración del gobierno imperial, fue uno de los motivos por los que Constantino se convirtió al Cristianismo y, posteriormente, uno de los motivos por los que se hizo de este lareligión oficial del estado Romano. Dicho en pocas palabras, toda práctica que pretenda universalizar un orden en particular y que sea acogida popularmente –por cualesquiera que sean los motivos que la hagan popular-, tiende a convertirse en medio o instrumento de apoderamiento porque genera fe, y por lo tanto, devoción y obediencia. Por supuesto, el legado más sustancioso que Roma le dejó almundo Europeo, el Cristianismo institucionalizado –en las partes occidental, norte y central, el Catolicismo; en la oriental y balcánica, la Ortodoxia-, sería el dogma establecedor y configurador de todo esto.

El segundo factor surge como modo sujeción dentro del orden: Cada individuo debe tener una tarea específica entre los límites del orden, conforme se justifique su lugar en este y se cumplacon la razón por la cual la divinidad le da vida y sitio en el mundo. De esto deriva el que hubiese tal arraigo en cada nivel del orden imaginario, se daba por sentado que los párrocos nacían sólo para mediar entre lo divino y lo terrenal –orar-, que los granjeros nacían sólo para cosechar u ordeñar y proveer –laborar-, que los nobles nacían sólo para la diplomacia –gobernar sobre lo terrenal-, y...