De Palermo A Las Islas Caimán. Cuento Corto

De Palermo a las Islas Caimán
de Sara Melul

Del 1 al 15 de cada mes, llegan los resúmenes de cuenta de los Bancos y las diversas facturas que componen los gastos fijos de un departamento queocupa una pareja de clase media en el barrio de Palermo.
Este mes se desató, a través de un gasto menor, una cadena de sucesos inesperados.
Con el detalle “Compra con Tarjeta Galicia 24ª y la palabraTRINITY”.
Celia, quien siempre se ocupa de la organización de los pagos y gastos de la casa, le comenta a Felix, su marido, este hecho.
El gasto ascendía a $140 y ninguno de los dos recordaban quecon fecha 4 de Mayo hubieran utilizado esa tarjeta, que sólo la utilizaban para los cajeros automáticos o para información sobre las cuentas.
Llamadas telefónicas a diferentes números que otorga elBanco, contestadores poco inteligentes que llevan a un loop donde nunca es posible hablar con un ser humano, idas al Banco para preguntar cómo averiguar de donde procede ese gasto. Infructuosa búsquedaon line y todo conducía solamente al nombre “Trinity”, sin tener más datos certeros sobre esa empresa.
Luego de casi tres días de afanosas e infructuosas comunicaciones, Celia decide buscar enInternet a través de Google qué es Trinity.
Y aquí comienza un laberinto sospechoso que va creciendo en espiral ascendente.
Con ese nombre encontró en varios sitios el Spa Trinity ubicado en la zona delAbasto, lugar que ninguno de los dos frecuenta. Luego un sinnúmero de sitios con equipos de sonido y sintetizadores ofrecidos desde $1 a $ 6000, instrumentos que ninguno de los dos utilizan ni compran.El anuncio más llamativo fue el siguiente:

Trinity Fair, la sociedad uruguaya que en 2005 “prestó” 1.373.723 dólares a Covelia a través de una firma intermediaria, dejó de operar muy poco tiempodespués de concretar esa sospechosa operación financiera. Covelia es la recolectora de residuos a nombre de Ricardo Rubén Depresbiteris y de su mujer, Marcela E. Mete. Ambos tienen bloqueada una...