De periodismo y periodistas la verdad: un camino sin atajos
La verdad: un camino sin atajos
Por Ana Rosa López Villegas
Querido Diario:
Un día como cualquiera, mientras caminaba por las calles como lo hago cada día, buscando verdades que no se creen y admirando mentiras cuya grandiosidad atrae, me enfrenté a un montón de situaciones que en ese momento no supe traducir en palabras. Creo que ése es siempre el problemamás común para nosotros, no encontrar las palabras adecuadas para transmitir lo que la gente ve, lo que piensa, siente y necesita.
Frecuentemente recibo felicitaciones de amigos y parientes por mi trabajo y me pongo a pensar si en realidad las merezco, quién las merece y quién no. Por eso hoy quiero contarte algunos hechos que me dan vueltas en la cabeza y me replican en la vocación.
Muchosson los que mueren anualmente en el lugar de los hechos, víctimas de las guerras, de las guerrillas, de enfrentamientos armados, del narcotráfico. Víctimas de su trabajo y de su propio esfuerzo…
Muchos son los que ceden su obligación de información y de servicio a la comunidad por intereses personales y egoístas que les sirven de voluntaria mordaza…
Otros –los menos famosos y los másrelegados– son los que denuncian con la verdad en los labios y las pruebas en el papel las injusticias, la corrupción y los abusos. Su mordaza fue más de una vez la muerte.
Y otros “engordan su vista” hasta el punto de apretar la mano del opresor mientras pisan al oprimido…
Algunos son los que en realidad salvaguardan con su fiel y correcto cumplimiento del deber la profesión del periodista.
Todosellos –hombres y mujeres– bajo la bandera del periodismo. Todos privilegiados con la libertad de expresión, un arma de doble filo si sus límites se desconocen. Quien no se siente responsable y comprometido con lo que hace, no tiene libertad y ése es un gran riesgo. Después de todo me di cuenta de que esta profesión es un riesgo total. Arriesgo a la gente cuando callo y la arriesgo también cuandoescribo. Riesgo total, porque es arriesgado el que no se separa de la verdad ni se deja tentar por las riquezas de la mentira. De todos modos espero que como yo, muchos otros y algunos más reflexionen antes de aceptar complacidos una felicitación.
Un periodista.
La profesión más hermosa del mundo, como diría Gabriel García Márquez, es también una de las más peligrosas, una de las másimportantes y actualmente una de las más vulnerables. El oficio que apasiona a muchos es también una cambiante realidad social en la que se entretejen con cierta complejidad el delicado tema de la ética y el de la libertad de expresión entre muchos otros. En este breve ensayo me he propuesto indagar ese abigarrado entretejido que actualmente se extiende en Latinoamérica con matices diversos yespecialmente desde la perspectiva que me brinda el ser boliviana, periodista y escritora independiente, mas no apolítica.
De libertades y derechos
“La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos; por la libertad así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”[1]. Lejos de la realidad utópica de molinos y caballeros, en la que vivió aquel ingeniosohidalgo de un lugar de la Mancha cuyo nombre no recuerdo, cabe preguntarse qué es lo que en realidad son capaces de aventurar los periodistas a la hora de sentirse libres en el ejercicio de sus funciones y qué es lo que esa realidad encierra en el fondo.
Los tiempos de Don Quijote han cambiado drásticamente, la libertad ya no es sólo una, se ha diversificado convirtiéndose en la bandera de lasmás impensables consignas que la globalización actual ha engendrado a nivel mundial. Para el caso que nos ocupa, nos interesa conocer la libertad de expresión, que según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), mantiene el principio de que “todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y...
Regístrate para leer el documento completo.