De Qui N O De Que Somos Contempor Eos
¿Qué es lo contemporáneo?. Lo contemporáneo es lo intempestivo (Barthes). Según Nietzsche la contemporaneidad es esa relación singular con el propio tiempo, que se adhiere a el pero, a la vez, toma distancia de éste, más especificamente, ella es esa relación con el tiempo que se adhiere a él a través deun desfase y un anacronismo. Aquellos que coinciden completamente con la epóca, que concuerdan en cualquier punto conella, no son contemporáneos pues, justamnte por ello, no logran verla, no pueden mantener fija la mirada sobre ella.
Contemporáneo es aquel que tiene la mirada fija en su tiempo, para percibir no la luz sino la oscuridad. ¿Qué significa percibir la oscuridad?. Percibir estaoscuridad no es una especie de inercia o pasividad si no que por el contrario implica una actividad y una habilidad particular, que en nuestro caso corresponden a neutralizar las luces que provienen de la época para descubrir sus tinieblas, su oscuridad especial que sin embargo no se puede separar de esas luces. Todos los tiemposson, para quién experimenta la contemporaneidad, oscuros. Contemporáneos es,justamente, aquel que sabe ver esta oscuridad.
Puede decirse contemporáneo, sólo aquel que no se deja cegar por las luces y que logra descubrir en ellas la parte de sombra, su intima oscuridad. Esa oscuridad es para el contemporáneo algo que le corresponde y no deja de interpretarlo.
El contemporáneo es aquel que percibe la oscuridad de su tiempo como algo que le corresponde y no deja deinterpretarlo, algo que, más que otra luz se dirige directa y especialmente a él.
Contemporáneo es aquel que recibe en pleno rostro el haz de tinieblas que proviene de su tiempo.
Percibir en la oscuridad del presente esta luz que trata de alcanzarnos y no puede hacerlo, esto significa ser contemporáneo. Por ello los contemporáneos son raros. Y por eso, ser contemporáneo es, ante todo, una cuestió devalor: pues significa ser capaces no sólo de tener la mirada fija enla oscuridad de la epóca, sino incluso percibir en esa oscuridad una luz que, dirigida hacia nosotros, se aleja infinitamente.
Es por ello que el presente que percibe la contemporaneidad tiene las vértebras rotas. En efecto, nuestro tiempo, el presente no es solamente el más lejano: no pede de ninguna maneraalcanzarnos. Su espaldaesta despedazada y nosotrosnos mantenemos exactamente en el punto de lafractura. A pesar detodo, por esto somos contemporáneos a él. Entiendan bién que la cita que está en cuestión con la contemporaneidad no tiene lugar sólo en el tiempo cronológico: está en el tiempo cronológico, algo que es necesario y que lo transforma. Y esta urgencia es la inconveniencia, el anacronismo que nos permitecomprender nuestro tiempo enlaforma de un "demasiado pronto", que es también un "demasiado tarde", de un "ya" que es incluso, un "no aún". Y, al mismo tiempo, reconoce en las tinieblas del presente la luz que, sin que jamás pueda alcanzarnos, está perennemente enviaje hacia nosotros.
La contemporaneidad se inscribe y lo marca, ante todo, como arcaico (entendido como origen), y sólo quien percibe en lo másmoderno y reciente los indicios y las marcas de lo arcaico puede ser contemporáneo. Arcaico significa: cercano al arké, es decir, al origen. Pero el origen no está situado sólo en un pasado cronológico, él es contemporaneo aldevenir histórico y nocesa de actuar en éste, dela misma manera que el embrión sigue actuando en los tejidos del organismo maduro y el niño en la vida psíquica del adulto. Ladivisión y, al mismo tiempo, la cercanía, quedefinen lacontemporaneidad tienen sufundamento en está cercanía con el origen, que en ningún punto late con tanta fuerza como en el presente. Los historiadores de la literatura y del arte saben que entre lo arcaico y lo moderno hay una cita secreta, ynosólo porque, justamente, lasformas más arcaicas parecen ejercer sobre el presente unafascinación...
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