De todo
por Theotonio dos Santos*
Se refuerzan en este momento las incertidumbres sobre el comportamiento de la economía mundial. Algunos economistas apuestan a una continuidad del crecimiento, otros considerar que va a incluso a fortalecerse, mientras unos terceros creen que habrá recesión. Se aguardan con tensión los datos sobre el mes de marzo y los llamadosmercados financieros viven angustiosas expectativas. Cómo puede ser que una ciencia económica, que se pretende próxima a las ciencias "exactas" concebidas hacia el final del siglo XIX, sea tan inútil para analizar las coyunturas históricas concretas.
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9 DE JUNIO DE 2005
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Azalea Quiñones, Oncidium
Este ha sidoel tema de nuestros estudios sobre una teoría de la coyuntura. En realidad, el cuadro teórico heredado de las ciencias positivas del siglo XIX no conduce a un análisis de los hechos históricos.
Cuando la teoría científica se mueve hacia lo concreto, ella tiene por objetivo producir recomendaciones de políticas, "aplicaciones" de las leyes, pretendidamente descubiertas por la ciencia, a larealidad para obtener resultados concretos, según los objetivos de los actores concretos.
Es innecesario decir que estos actores, especialmente en el campo de las ciencias sociales, son sobretodo el Estado, las empresas, en algunos casos, y eventualmente los "individuos", entendidos como compradores y vendedores en el mercado. En este modelo de ciencia - que es enseñado hasta nuestros días en lasescuelas de economía dominadas por el mainstrean - no hay ningún espacio para el estudio de los fenómenos históricos concretos.
Es que este modelo de ciencia trabaja con la simplificación de los fenómenos, reduciendo al mínimo el número de variables, mientras el análisis de la realidad concreta está dominado por la necesidad de conectar una gran diversidad de fenómenos en su movimiento histórico. Lointeresante es constatar que las llamadas ciencias exactas o naturales han caminado cada vez más decididamente en la dirección de la complejidad aceptando el hecho impuesto por nuestra aproximación al espacio sideral iniciado por la navegación espacial.
Ya no podemos hablar de un universo ahistórico. El universo que cada vez conocemos más detalladamente está en permanente transformación. Y losdistintos estadios de la historia del universo siguen leyes distintas y presentan ambientes distintos. Algo similar a lo que el pensamiento dialéctico encontró en el universo histórico humano: no hay una humanidad general arriba de las distintas formas históricas concretas.
No hay economía en general, lo que hay son formaciones económicas históricamente determinadas que siguen leyes distintas. Poresto, el intento de la llamada ciencia económica de producir una teoría económica superpuesta a la historia y a la diversidad cultural y geopolítica ha sido siempre un fracaso colosal.
Lo extraño es que estos sucesivos fracasos no perturben a los tecnócratas que viven a costa de esta ficción de ciencia exacta. Ni tampoco a los políticos que dan muestras de creer cada vez más firmemente en laafirmación de la Sra. Thatcher de que "no hay alternativa" a las políticas económicas neoliberales. Es fundamental constatar también el peso que han ganado en los últimos años los órganos de ejecución de estos principios mucho más religiosos que científicos (No olvidemos que el fundador del positivismo, Augusto Comte, terminó su vida creando una Religión Positiva).
La religión positiva de Comte eramuy arcaica en su simbología. Ella se realiza en nuestros días en las imposiciones del FMI, esa concentración de economistas de tercera línea, como lo mostró Joseph Steeglitz, del Banco Mundial, hacia donde se dirige el ideólogo más fundamentalista del equipo de Bush. Pero la expresión más acabada de la Religión Positiva en nuestros días son los Bancos Centrales, siempre acompañados del adjetivo...
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