Debate Presidencial 2012

El debate terminó sin arrasamientos ni catástrofes. Ninguno se alzó con una victoria avasalladora. Ninguno se hundió dramáticamente. Así, las encuestas de los días siguientes no reflejarán cambiosrelevantes en las preferencias. Sin embargo, lo sucedido ayer bien podría ser el comienzo de modificaciones sustantivas en la intención de voto, de intensificarse en las próximas semanas algunosprocesos detonados por el debate. Dicho en otros términos: si bien no habrá relevantes variaciones porcentuales en el futuro inmediato –dado que el debate no fue de espectacularidades–, la conjugación deciertos elementos a lo largo de las próximas semanas, elementos ya visibilizados en el debate, podría alterar de manera importante el panorama electoral.
Procurando ser más específicos: si Peña sigueinstalado en un discurso tan pobre, Josefina se coloca como una mucho mejor opción que Andrés Manuel para el votante anti PRI y Quadri insiste exitosamente en atraer algunos votantes progresistas queahora están con Peña –todo ello presente el día de ayer–, la carrera por Los Pinos podría tomar un rumbo distinto al que ha llevado hasta ahora.
Peña Nieto mostró una imagen sumamente cuidada y, porende, inauténtica, reafirmando un discurso vacío, cimentado en lugares comunes. Si en algunas entrevistas recientes se le había notado diferente, ayer quedó patente que el estilo que prefiere es elacartonamiento y la vacuidad. Su regodeo en obviedades –sobre todo al definir términos– infantilizaba a la audiencia, abriendo de esta manera una barrera insalvable con el público. El papel de víctimaque adoptó en ciertos momentos no embona con el de alguien que se asume como triunfador. Además de caer en las provocaciones de Josefina y Andrés Manuel, las defensas de Peña eran pobres, por lo cualperdió partidas que incluso pudo haber evitado.
Josefina abrió mejor de lo que cerró. En lo general, conectó con el público, aprovechando bien las miradas a la cámara. Procuró colocarse en la...