Debate Sobre La Descualificación

El debate sobre la descualificación
• Introducción
El libro “Labor and Monopoly Capitalism” escrito por Braverman, captó mucha atención en Gran Bretaña inspirado particularmente en la renovación de las ciencias sociales marxistas sobre la organización del trabajo.
La reacción frente a Braverman se puede caracterizar en términos de tres olas: La ola inicial observaba su desatención de lo quesería lo subjetivo y la sobreconcentración en el taylorismo. Partidarios de Braverman propugnaban que incluyese la conciencia de clase y la lucha obrera. La segunda ola equiparaba la subjetividad con la resistencia obrera. Argumentaba que debemos dar cabida a la manera en que los directores toman en consideración la resistencia potencial de los trabajadores y pueden en determinadas situacionesabandonar el control taylorista directo. La tercera ola cuestionaba a Braverman en un nivel más fundamental, y hacía hincapié en la naturaleza contradictoria del proceso laboral. Las críticas han señalado el problema laboral de la dirección y a las estructuras de control en el proceso laboral; su asociación de la cualificación con la habilidad de los artesanos y de la descualificación con la erosióndel control artesano; y la utilización de un modelo de control y poder ocn el peligro asociado de que la dirección es tratada como omnisciente en último término y capaz de lograr el control total. Dentro de la tercera ola se ha resaltado el fracaso de la dirección en obtener el dominio absoluto, las contradicciones dentro del taylorismo, la variedad de formas de organización laboral y la divisiónsexual del trabajo. El proceso laboral especialmente a través de los beneficios y la exigencia de que los trabajadores ejerciten sus capacidades.
El taylorismo y las nuevas formas de organización.
Braverman y otros argumentaban que muchos de los cambios han sido triviales, mínimos y “cosméticos” y que hay un abismo entre la retórica y la realidad del diseño de empleos. El taylorismo está quedandocomo anticuado, debido a los teóricos e la dirección humanistas moderna y la demanda de un trabajo más satisfactorio por parte de una plantilla laboral cada vez más formada en su educación.
Entre los dos extremos de esta perspectiva humanista y el enfoque de “control” de Braverman se encuentran varias perspectivas. En primer lugar, hay argumentos tomados de la segunda ola de reacciones frente aBraverman. También está el argumento de la crisis del taylorismo, que sostiene que ha llegado a sus límites puesto que las direcciones de las empresas ya no pueden alcanzar más ganancias de productividad a través del incremento de la división del trabajo y otros aspectos de la dirección científica. El objetivo de la dirección sigue siendo la maximización de su control, pero tienen que hacer estode manera que inviertan la división del trabajo; la adopción de lo que en términos directivos humanistas recibe el nombre de enriquecimiento del empleo es parte de un proceso de Neotaylorismo.
No es necesario trata estas últimas como totalmente distintas al taylorismo.
Uno de los problemas centrales que ha enturbiado el debate acerca de las “nuevas” formas de organización laboral es el papelcentral adjudicado al control. Ha habido cierta tendencia a concebir el control en términos unidimensionales y de suma cero, ya equiparar la adquisición de conocimiento con el monopolio del conocimiento.
El rediseño de empleos incrementa el control de la dirección, se siguen dos conclusiones: disminuirá el control de los trabajadores y esos planes no interesarán a los trabajadores porque susintereses y los de la dirección son antagónicos.
• El concepto de cualificación
Braverman da una definición de cualificación como lo opuesto al control de la dirección. Beechy sugiere que distingamos entre tres elementos al hablar de cualificación: 1)competencias definidas objetivamente; 2) control sobre la concepción y ejecución y, 3) nivel profesional socialmente definido, que puede ser más o menos...