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El 4 de enero de 2012, el señor Pedro Cuadra, publicó en la página de opinión de El Nuevo Diario, un artículo titulado “¿Ciencia vs. religión?”, en el cual sostiene lo siguiente:
 “La ciencia y la religión no son mutuamente excluyentes. Las que sí son mutuamente excluyentes son la adhesión incondicional a la ciencia y la adhesión incondicional a la religión”. 
Esta expresión es tautológica.Equivale a decir: lo que es excluyente es la exclusión… porque “adhesión incondicional”, significa “adhesión excluyente”. Tal adhesión incondicional a la ciencia no sería, tampoco, científica. Si hubiese alguna contradicción entre ciencia y religión, no sería en el campo de cada una de ellas, ya que no tienen un campo común, sino que tal contradicción estaría en el terreno filosófico, desde cuyaperspectiva se ve a la ciencia y a la religión, posiblemente, con visiones excluyentes.
Por supuesto que la propia filosofía avanza. Y con los aportes de la lógica matemática se ha llegado a demostrar rigurosamente que hay límites inherentes al conocimiento científico, como a cualquier sistema de conocimiento, lo que impide conocer todos los fenómenos naturales, ya que todo sistema racional esesencialmente incompleto, porque el mismo sistema racional es parte de dichos fenómenos naturales. 
Pero la contradicción que introduce en la filosofía la religión no es, tampoco, sobre un conflicto con la ciencia, sino, sobre el origen de la materia y, por ende, del ser humano. Sobre el origen de la materia, por supuesto, no se pronuncia la ciencia.
En otros términos, el señor Cuadra no alcanza apresentar el problema en su justa dimensión, y lo desarrolla en un terreno impropio, violentando continuamente, en consecuencia, la naturaleza misma del problema.

Afirma el señor Cuadra:
“La ciencia y la religión pueden caminar en armonía solo si la primera no contradice los dogmas de la segunda”. 
No es trabajo de la ciencia contradecir dogmas religiosos. Escapa a su campo pronunciarse sobretales dogmas, y no necesita hacerlo para desarrollar su labor. Es más, la ciencia no puede ni pretende demostrar la inexistencia o la existencia de Dios. Los argumentos ontológicos, de la metafísica, en tal sentido, constituyen una falacia circular (en que las premisas se apoyan en las conclusiones, y estas en las premisas).
Y, de forma, un tanto impropia, Cuadra deja de argumentar con lógica, yconcluye con experiencias superficiales:
“Nadie se queda rezando cuando se enferma; casi todos(*) vamos al médico. Las personas descartan las nociones absurdas cuando estas le acarrean un costo material, físico o psicológico”.
Este es otro ejemplo insustancial, y falso además. Habrá quien se quede rezando, y no vaya al médico. La probabilidad de tal hecho puede variar en las distintas culturas, yello no demuestra nada. La mayoría de las veces, las personas no descartan nociones absurdas aún cuando les acarrean costos de todo tipo. Hay muchos que hacen sinceramente votos de castidad, de pobreza, de silencio, de soledad. Que hacen penitencia y se flagelan las espaldas, y quienes hacen promesas y caminan de rodillas y llenan de sangre el sendero hacia una ermita. Hay quienes se inmolan,incluso, sin emitir un quejido, y ello no demuestra nada, ni en sentido religioso ni científico. La afirmación que ha expuesto es, sencillamente, insustancial.  
Cuadra aparenta desconocer que la ciencia, epistemológicamente, supera continuamente los paradigmas de quienes son artífices de su desarrollo:
“Einstein escogió adherirse a su preconcepción religiosa de que el universo no podía serincierto.”. 
Los paradigmas científicos cambian. Y algunos científicos, en un momento dado, quedan atrapados, por fuerza, entre uno y otro paradigma. Eso no significa que el paradigma anterior sea una preconcepción religiosa. 
Luego Cuadra expresa un capricho, una decisión voluntariosa, producida –no por razonamientos filosóficos- sino, por beneficios tangibles…: 
“Yo me adhiero incondicionalmente a...