Deberes
ÉTICA A NICÓMACO, LIBRO I, CAPÍTULO VII.
El bien del hombre es un fin en sí mismo, perfecto y suficiente
Pero volvamos de nuevo al bien objeto de nuestra investigación e indaguemos
qué es. Porque parece ser distinto en cada actividad y en cada arte: uno es, en efecto, en
la medicina, otro en la estrategia, y así sucesivamente. ¿Cuál es, por tanto, el bien de
cada una? ¿No esaquello a causa de lo cual se hacen las demás cosas? Esto es, en la
medicina, la salud; en la estrategia, la victoria; en la arquitectura, la casa; en otros
casos, otras cosas, y en toda acción y decisión es el fin, pues es con vistas al fin como
todos hacen las demás cosas. De suerte que, si hay algún fin de todos los actos, éste
será el bien realizable, y si hay varios, serán éstos. Nuestrorazonamiento, a pesar de las
digresiones, vuelve al mismo punto; pero debemos intentar aclarar más esto. Puesto que
parece que los fines son varios y algunos de éstos los elegimos por otros, como la
riqueza, las flautas y, en general todos los instrumentos, es evidente que no son todos
perfectos, pero lo mejor parece ser algo perfecto. Por consiguiente, si hay sólo un bien
perfecto, ése seráel que buscamos, y si hay varios, el más perfecto de ellos.
Ahora bien, al que se busca por sí mismo le llamamos más perfecto que al que
se busca por otra cosa, y al que nunca se elige por causa de otra cosa, lo consideramos
más perfecto que a los que se eligen, ya por sí mismos, ya por otra cosa. Sencillamente,
llamamos perfecto lo que siempre se elige por sí mismo y nunca por otra cosa.
Talparece ser, sobre todo, la felicidad (14), pues la elegimos por ella misma y
nunca por otra cosa, mientras que los honores, el placer, la inteligencia y toda virtud,
los deseamos en verdad, por sí mismos (puesto que desearíamos todas estas cosas,
aunque ninguna ventaja resultara de ellas), pero también los deseamos a causa de la
felicidad, pues pensamos que gracias a ellos seremos felices. Encambio nadie busca la
felicidad por estas cosas, ni en general por ninguna otra (15).
Parece que también ocurre lo mismo con la autarquía (16), pues el bien perfecto
parece ser suficiente. Decimos suficiente no en relación con uno mismo, con el ser que
vive una vida solitaria, sino también en relación con los padres, hijos y mujer, y, en
general, con los amigos y conciudadanos, puesto que elhombre es por naturaleza un ser
social (17). No obstante, hay que establecer un límite en estas relaciones, pues
extendiéndolas a los padres, descendientes y amigos de los amigos, se iría hasta el
infinito. Pero esta cuestión la examinaremos luego. Consideramos suficiente lo que por
sí solo hace deseable la vida y no necesita nada, y creemos que tal es la felicidad. Es lo
más deseable detodo, sin necesidad de añadirle nada; pero es evidente que resulta más
deseable, si se le añade el más pequeño de los bienes, pues la adición origina una
superabundancia de bienes, y, entre los bienes, el mayor es siempre más deseable. Es
manifiesto, pues, que la felicidad es algo perfecto y suficiente, ya que es el fin de los
actos.
Decir que la felicidad es lo mejor parece ser algo unánimementereconocido
pero, con todo, es deseable exponer aún con más claridad lo que es. Acaso se
conseguiría esto, si se lograra captar la función del hombre. En efecto, como en el caso
de un flautista, de un escultor y de todo artesano, y en general de los que realizan alguna
función o actividad parece que lo bueno y el bien están en la función, así también
ocurre, sin duda, en el caso del hombre,si hay alguna función que le es propia. ¿Acaso
existen funciones y actividades propias del carpintero, del zapatero, pero ninguna del
hombre, sino que éste es por naturaleza inactivo? ¿O no es mejor admitir que así como
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parece que hay alguna función propia del ojo y de la mano y del pie, y en general de
cada uno de los miembros, así también pertenecería al hombre alguna función aparte de...
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