Deberes

nos
conduce al mundo de los ecuatorianos que han emigrado a los
Estados Unidos y al Canadá, donde el autor se desempeñara en
el servicio consular. Su inquietud social le ha llevado a
preocuparsedel drama que muchos de esos compatriotas viven en
las grandes metrópolis norteamericanas, especialmente Nueva
York -la "Dama" del título-, y sus dotes de escritor le han
permitido registrarlo enestas páginas testimoniales
redactadas con una rara combinación de descarnada franqueza y
amenidad, de angustia y humor.

El tema, que ha inquietado tanto a novelistas y poetas como a
loscientistas sociales, ha sido objeto últimamente de
documentales cinematográficos y reportajes periodísticos que
han alarmado a la conciencia nacional. Se han puesto en
evidencia de esta manera ciertososcuros aspectos del fenómeno
migratorio, velados antes por la fantasía de quienes sueñan
con salir del país "en busca de un futuro mejor". Sin embargo
nadie había tocado la cuestión con el tonoadoptado por Galo
Galarza, "con la aspiración de que (estas voces) desvelen más
ojos, suenen en más oídos y retumben en más conciencias".

Al principio parece que éste es uno de esos libros que, enpalabras de Daniel Pennac, se prestan para "picotear", por
estar compuesto de textos cortos y separados, incluso algunos
tomados de otras firmas. Y esta impresión la ratifica el mismo
autor, cuandohabla de una lectura en cualquier orden y de que
los textos funcionan individualmente. Pero al menos conmigo
esto no resultó, porque seguí con interés creciente de la
primera a la última página, sinriesgo de desviarme, de
saltarme algo, o de detenerme, gracias a ese perfecto balance
que logra Galarza entre la dolorosa presión del pecho y la
risa.

Observador atento y profundamentepreocupado por la suerte de
sus compatriotas en el exilio voluntario; llevando una vida
más bien próxima a ellos que la típica de la burocracia
internacional, el autor intenta "retratar el alma de los...