Dec Amos Que Una

Decíamos que una de las características de la Revolución Mexicana es que no se trata, realmente, de una sino de varias revoluciones que son unidas de alguna manera acrítica después por la historia oficial en algo muy curioso e improvisado, justo como ese Monumento de la Revolución que en un principio iba a ser la sala depasos perdidos de un monstruoso palacio porfirista, pero que después sirvepara reunir a algunos de los caudillos y de las ideas bajo una cubierta, eso sí, colosal.
Pero aparte de lo que pudiéramos llamar los grandes movimientos revolucionarios como carrancismo, obregonismo, villismo, zapatismo y callismo, habría que sumar una fuerza que nunca llega a ser definitiva, pero que sobrevive y se va transformando y que sería la izquierda socialista y comunista y que coexistecon los movimientosde los caudillos, pero que será finalmente aplastada por la revolución institucionalizada a partir del alemanismo y que tiene su simbólico y sangriento final con larepresión de Díaz Ordaz en Tlatelolco, cuando México ya está totalmente alineado con los Estados Unidos en la guerra fría.
La izquierda mexicana, donde coexiste un hilo central de sindicalismo independiente de lossindicatos oficiales copiados un poco de las unions norteamericanas, va a ser perseguida por los últimos regímenes priístas aunque curiosamente la Revolución oficial sea cliente del muralismo, donde cuando menos dos de los grandes genios, me refiero a Rivera y Siqueiros son "rojos", y Siqueiros un violento activista que sigue la consigna stalinista contra Trotsky que finalmente morirá asesinado porordenes del zar soviético. Esa izquierda mexicana que sigue hoy dividida y donde una de sus facciones se alfa con la extrema derecha panista en un movimiento absurdo y antinatural.
Y, por cierto, la eterna derecha mexicana se opuso siempre a la Revolución y tiene la mancha de haber apoyado al usurpador Huerta y sus sindicatos católicos estuvieron siempre ajenos a las corrientes progresistas delsindicalismo mexicano. Por otra parte, la rebelión cristera fue antirrevolucionaria al igual que la oposición dela Iglesia a la educación progresista azuzando a campesinos fanáticos a que mutilaran profesores.
Así que las revoluciones mexicanas muestran un cuadro muy complejo que dista mucho de las simplificaciones del mito revolucionario. Una revolución que no es totalmente agraria, ni sindicalista,ni nacional sino el efecto de muchos vectores, de muchos caudillajes y de acciones de la política del poder. Un historiador inglés dela Guerra Civil hablaba del "laberinto español" así podríamos hablar nosotros del "laberinto mexicano" ahora que lo podemos ver con la perspectiva de su Centenario.
García Oropeza, Guillermo
afvhbadufiuhdgbuifvhbfuh
A principios de los sesenta, Revueltas observó ungran contingente revolucionario carente de dirección. Cincuenta años más tarde la imagen se ha invertido: el liderazgo de izquierda existe, pero no encuentra a quién movilizar.
En 1962, José Revueltas decidió sistematizar las observaciones sobre el Partido Comunista que venía haciendo desde principios de la década de 1930 y así nos legó una de las imágenes más poderosas de la izquierda mexicana enel siglo xx: un proletariado templado en las recientes batallas de la Revolución y la consolidación del régimen surgido de ella, un "coloso" que aparece listo y ansioso por ser encabezado hacia su victorioso destino revolucionario, y un grupúsculo informe que fracasa una y otra vez en cumplir con su deber de conformarse y actuar como cabeza del organismo que aguarda su conducción. Medio siglodespués, la imagen que se perfila es la inversa: una cabeza formada por la agregación de las múltiples voces de la comentocracia de los medios de izquierda, políticos y activistas en permanente estado de movilización, una autodesignada vanguardia moral que reclama para sí una legitimidad política que niega a otros actores y que, pese a su ubicuidad y estridencia, no encuentra--ni es capaz de...