Dec A Federico Nietzsche Que Ninguna Idea Que Se Concibe Sentado Vale La Pena De Explorar

La carne de trasero y los pensamientos caminados en la estructura de la narración libre1

Álvaro Reyes Toxqui





Acostumbro escribir en parte lo que suelo hablar durante alguna charla que se precie de conferencia o algún otro artículo con olor académico. Lo hago por una razón simple: las palabras que escribo suelen tener la capacidad de anclar mi lengua y responsabilizar a mi pobre cerebro conaquello que creyó emitir. La frase sabia que reza aquello de que las palabras se las lleva el viento sólo es verdad cuando lo que se dice no pasa por el tamiz de la escritura.
Procuraré no leer este apunte de notas e ideas sueltas con respecto del tema del que ha sido invitado a disertar en este encuentro de las Bellas Artes.
En primer lugar, así lo marca la cortesía, deberé comenzar con elagradecimiento protocolario con respecto de la institución, las autoridades y la invitación a sumar mi voz a este proyecto que busca enlazar la danza, el teatro, la literatura, la música y muchas más disciplinas estéticas de tal modo que el público pueda, a través de este ejercicio, encontrarse apabullado ante tanto resplandor del espíritu humano. Sin embargo, durante todo este tiempo que hatranscurrido desde la invitación expresa de mi buen amigo René Aguilar, no he dejado de preguntarme por qué a mí. Mi biografía literaria no es muy extensa, debo confesar. Algunos cuentos y poemas publicados en revistas universitarias, algunas minificciones en un periódico que yo mismo produje y dirigí por un poco más de dos años, algo escrito con pseudónimo en la página electrónica que mantuve por un tiemposemejante y alguna que otra cosa aparecida por internet no me dan, según criterio personal, ninguna autoridad para estar con ustedes. Por otro lado, no encuentro en mi formación profesional ninguna licenciatura en letras, ni inglesas ni hispanas ni latinoamericanas que me diera las herramientas para disertar con cierta erudición sobre la “estructura de la narración libre”, título de estaactividad.
Sin embargo acepté por razones que pudieran no ser tan legítimas. Primero, me sentí halagado, tocado en mi egoteca personal. Segundo, porque el espacio en donde se dan cita todas las actividades del encuentro es, según mi pobre perspectiva, de primer mundo (aunque confieso que nunca he salido del tercero sino sólo en forma virtual, como muchos de ustedes). La última razón fue porque supuse queen este foro podía expresarme con cierta libertad y dejar algunas ideas caminar de tal modo que, por tropiezos, traspiés y empellones, dichas ideas se encontraran con las suyas y pudiéramos terminar con un verdadero encuentro de lo que Heidegger llamara mundos-de-vida (Lebenswelt).
Armado ya con este propósito, entonces decidí –como casi siempre lo hago cuando sé que voy camino hacia vallesfangosos- salirme un poco por la tangente y sacar primeramente algo de la gaveta filosófica que he ido procurando al paso de lecturas, charlas, discusiones y dudas. Digo de paso una aclaración: mi gaveta –o cajón donde guardo mis chunches presumiblemente intelectuales- no es una estructura bien armada que pueda estar sistematizada en compartimentos más pequeños. En realidad yo, como buen varón, avientotodo a la misma caja con la esperanza de que algún día tendré tiempo para organizar algo lo que ahí se ha ido guardando. Entonces, en dicha gaveta, hay de todo: curiosidades, bisutería, notas de periódico, textos subrayados de libros, fotografías non-santas que he ido coleccionando caóticamente en mi afición de vouyer, películas de You-tube sobre cómo trabajar una colada de resina cristal concatalizador, versículos bíblicos, recuerdos mohosos, borradores de novelas apenas comenzadas, pecados no confesados y, entre todo ello, algunos aforismos2 filosóficos de los cuales he aprendido algo que seguramente he desechado rápidamente.
Entre mis aforismos favoritos resalta uno que hoy quiero citar para dar comienzo formal a esta charla. Escribió Federico Nieztsche: “No se puede pensar ni...