DECADENCIA DEL IMPERIO BIZANTINO
Los representantes más conspicuos de formas de conducción económica incompatibles con la que prevalece en los países demayor tamaño en la región son los gobernantes de Argentina y de Venezuela.
Durante los años de auge del comercio internacional, los altos precios de la soya y del petróleo parecían darles la razónal voluntarismo autoritario y el sesgo estetizante de los esposos Kirchner y Hugo Chávez. En su momento, no faltaron quienes en otras naciones recomendaban imitar prácticas tales como la proliferaciónde controles y el avasallamiento del banco central para destinar las reservas internacionales al incremento del gasto público.
Ahora bien, es cierto que un gobierno puede hacer con la economía desu país lo que le venga en gana. Lo que no puede hacer es evadir las consecuencias de sus actos. La crisis externa ha puesto a prueba la coherencia de los ingeniosos modelos de desarrollo vigentes enBuenos Aires y en Caracas. Los resultados de esa prueba están a la vista y resultan contundentes, aun para quienes no se ocupan de cuestiones económicas. Argentina inicia el año con una crisisinstitucional que dificulta la normalización de sus relaciones con la comunidad financiera internacional. Venezuela lo hace con una devaluación masiva del bolívar, crisis energética, inflación galopante ydesabastecimiento.
Las intempestivas decisiones anunciadas al comenzar el año por los gobiernos de Argentina y Venezuela parecen obedecer a la angustia, más bien que a la deliberación razonada yserena. En Argentina se expidió un decreto presidencial ordenándole al banco central colocar a disposición del gobierno unos US$6.500 millones de las reservas internacionales. El pretexto aducido fue la...
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