Decalogo
La importancia de la innovación en tiempos de crisis. Decálogo para generar oportunidades
en épocas de crisis.
Antonio Flores ‐ www.antoniflores.com
La “crisis” forma parte de nuestras vidas; una de las consecuencias profesionales de “vivir en
crisis” es el estado de ánimo que crea en aquellos que deben tomar decisiones, provocando situaciones de bloqueo estratégico, al igual que un síndrome de Estocolmo que nos impide
analizar las situaciones con frialdad y racionalidad.
Las crisis son sinónimo de regresión, suelen traer retrocesos en la evolución de los productos y
servicios de las empresas, son años que solo unos pocos (con más temple e imaginación que
capacidad de invertir) aprovechan para avanzar y salir posicionados de la misma. Abordaremos en este artículo algunas prácticas y estrategias apropiadas para que nuestras
empresas puedan seguir avanzando, lanzando productos y servicios competitivos;
minimizando el esfuerzo y la inversión necesaria y maximizando el retorno. Las
desarrollaremos mediante 10 conceptos que denominaremos Decálogo para desarrollar
nuevas oportunidades en época de crisis: 1‐Existen pocas necesidades nuevas, sí nuevas formas de solucionarlas
2‐La tecnología no es un fin, la innovación es la forma de rentabilizarla
3‐El usuario no es el centro, el “no usuario” si lo es
4‐No existen consumidores pautados, existen momentos de consumo
5‐Mejor antes y acompañado, que tarde y solo
6‐No hay mejor barrera competitiva que la sorpresa continua
7‐El producto hace a la marca, no la marca al producto 8‐Digitalizar el producto, “productivizar” el servicio
9‐Solo lo que percibimos tiene valor
10‐”Por que yo lo valgo”, o como liberarse de la dictadura del “cuantitativo”
1‐Existen pocas necesidades nuevas, si nuevas formas de solucionarlas
En ocasiones dedicamos esfuerzos y recursos de nuestras áreas de marketing en detectar lo que entendemos por “nuevas necesidades del consumidor”. Las personas tenemos pocas
necesidades nuevas, lo que si tenemos son nuevas formas de satisfacer las necesidades de
siempre mediante la evolución del conocimiento tecnológico, social y económico.
Cuanto más reconocible por el consumidor sea la necesidad que satisface nuestro nuevo
modelo de negocio (producto/servicio), menos esfuerzos por introducirlo deberemos realizar. Consideraremos que por muy novedoso que sea el nuevo concepto, deberá enfrentarse a
otros que de un modo u otro ya están satisfaciendo la necesidad a la que se enfoca; por ello
deberá ser superior a los que compite en facilitar de un modo u otro la calidad de vida del
usuario; solo así podremos vencer las barrera que significa para el consumidor cualquier
cambio de hábito.
Ej: La alimentación infantil es claramente una necesidad
permanente, en su forma de evolucionarla vemos como la
industria aplica la evolución del conocimiento, desde alimentos
preparados, electrodomésticos específicos para cocinar papillas
o desarrollando una nueva categoría de productos para la
preservación de alimentos y sistemas de conservación.
Babycare by Imaginarium / ALFA http://www.imaginarium.es/productos/detalle?referencia=48228
2‐La tecnología no es un fin, la innovación es la forma de rentabilizarla
Vivimos en una sociedad donde rendimos excesivo culto a la tecnología, en muchos casos
estamos bajo la dictadura de “la tecnología por la tecnología”. Nuestro mundo está lleno de
servicios y productos sobre‐especificados tecnológicamente, que solo se justifican desde la
novedad tecnológica. Las tecnologías conocidas y amortizadas siguen siendo útiles y estamos llenos de ellas.
Debemos ser capaces de detectar nuevos usos a tecnologías ya amortizadas mediante la
aplicación de estrategias de innovación; de este modo, conseguiremos productos/servicios
con un margen de beneficio superior, menor coste de introducción y mayor robustez de
funcionamiento.
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