decicion

Me encontraba yo en aquel lugar, cuya época todo era guerra, disparos, llantos, gritos de auxilio, discordia y demás. Con mi familia pequeña pero agradable, un poco destrozada debido a tantos sucesos, sin embargo aún no explico cómo seguimos aunque sea con una pequeña sonrisa en nuestros rostros. Llevaba yo una vida rutinaria, de cocina al aseo y del aseo a la cocina, esto cuando podía porsupuesto; porque de día no podía, debido que obviamente tenía que trabajar para poder mantener a mi hijos o bueno lo que me quedaba de ellos; uno de ellos es tan lindo y tierno, muy compasivo el cual su mirada reflejaba una enorme alegría y un brillo en ojos que realza la pureza en humanidad, una que no se puede ver hoy en día a excepción de los recién nacidos. Otro andaba por la edad de 17 años, eraterco como una mula; tan alegre como humorista, tenía muchas cualidades y virtudes, buena vida social, agradable, lindo a la hora de conquistar a alguien; le ponía su corazón y empeño a todo lo que hacía y por supuesto como todo joven a su edad queriendo ser un hombre mayor a su manera y creer poder hacerlo todo sin limitaciones, entre semana estudia y los fines de semana me colabora cuidando a mihijo menor por las noches debido a que yo no puedo.
Hay un recuerdo en mi muy agradable y a la vez triste que ocurrió cuando el estaba pequeño; estábamos en un parque con mi marido (o así lo solía llamar lastimosamente y brutamente); íbamos los tres como aquella familia feliz en la cual el “padre” se encarga del manejo monetario y la madre solo se dedica al aseo y la educación de su hijo.Mientras andaba de romance (esa época que todo lo que el marido hace sorprende) yo muy distraída y mi marido haciendo tontadas en el transcurso perdimos a mi hijo de vista no lo encontramos por ningún lado, de la desesperación no recuerdo ningún rostro al que le pregunte, y mi marido, no podía alejarse de mi a buscar a mi hijo obviamente porque tenía la tensión alta. luego de haberme calmado tresminuto después, los cuales para mi fueron como una hora me dispuse a seguir buscando junto a mi marido a mi hijo, ya me había resignado, hasta que vi a lo lejos un bonito pasamontañas, una bufanda larga y azul, una linda camisa de cuadros ¡era mi hijo! Estaba al lado de un estanque viendo los pescaditos, de la felicidad al verlo, corrí hacia el gritando su nombre y con las rodillas temblorosas pudellegar hacia él. Y yo toda ignorante como casi todas las madres modernas, lo abrace, lo solté y le grite y le di cuatro palmadones diciéndole que no se apartara de mi un solo segundo.
Bueno, sigo con mi hijo el mayor, él fue mi alegría más grande, obviamente porque fue mi primer hijito, el cual con tan solo un día de verlo se me escurrían las lágrimas viendo su rostro, tenía los ojos claros y elcabello oscuro, al crecer lo caracterizo un carisma y alegría singular. Me ayudaba económicamente en la casa, su presencia siempre se notaba, no era muy expresivo que digamos, pero siempre estaba rodeado de muy buena gente.
Todo era tan bello hasta que un día llegaron golpeando en esta humilde casa una persona que estaba enfurecida o con afán, pensé que era algún vecino con una notica o algunaemergencia tal vez urgente abrí la puerta y vi a un hombre vestido de verde, era un soldado reclutando y no pude evitar pensar en mi hijo mayor pero reaccione muy tarde, voltee la mirada a la sala y de inmediato entraron dos soldados y lo levantaron de una caneca que osábamos llamar “dizque silla”, recuerdo como el oficial me sostenía con el fin de no interceder ante el rapto de mi hijo. Recuerdohaber visto su rostro con una mirada de preocupación oculta, su sonrisa fingida para que yo no lo notara y lo único que hacía era gritar ¡tranquila madre! Volveré bien no te preocupes…
Luego de un año nos pudimos reponer un poco, ya después de haber vivido en cuatro casa distintas, de arriendo en arriendo. Como arrimados cosa que es muy feo sentir como las personas te menosprecian y arrinconan...