Declaracion_de_ginebra_de_derechos_del_nino

Páginas: 23 (5531 palabras) Publicado: 20 de enero de 2016
La Declaración de Ginebra

PEQUEÑA HISTORIA
DE LA PRIMERA CARTA
DE LOS DERECHOS DE LA INFANCIA

Texto: April Bofill y Jordi Cots
Comissió de la Infància de Justícia i Pau
Barcelona, 1999

Uno de los más bellos documentos del siglo XX

Porque puede hablarse de belleza. Estamos ante un documento breve,
sencillo, de lenguaje directo y comprensible. Constituye la obra personal de una
mujer singular,la inglesa Eglantyne Jebb. Tiene el frescor, ya veremos que un
frescor estudiado, de los textos producidos por una sola mano. Se intuye,
detrás de cada uno de sus cinco puntos, una experiencia vivida, una inquietud,
una idea o alguna de las realizaciones de Eglantyne Jebb, ya que en su
declaración se concentra toda una vida, una vida corta y toda una pasión por la
infancia.
La economía delenguaje de la Declaración de Ginebra le comunica un deje
poético, si admitimos, invirtiendo su orden, aquella máxima según la cual
cuánto más poética es una cosa más verdad. Al lado de una gran concisión
percibimos la entonación profética que Eglantyne Jebb sabía utilizar cuando
pretendía convencer.
Para encontrar una gracia parecida, tendríamos que buscarla en la Declaración
de los derechos del niño deJanusz Korczak o con una intención más general,
el discurso de “Las cuatro libertades” de Franklin D. Roosevelt, con aquel
acento suyo tan americano de los primeros tiempos.
Cuando, el 28 de febrero de 1924, el texto de la Declaración, en su original
francés, fue solemnemente depositado en los archivos de la República y
Cantón de Ginebra, se dijo: “Sin duda, esta declaración no es un instrumentodiplomático; no compromete a los gobiernos ni a los estados. Es un acto de fe.
Expresa una esperanza. Quiere unir en un mismo pensamiento, en una sola
confianza, a los hombres y mujeres de todas las naciones”. Y, a pesar de ello,
la encontramos en la raíz de la Declaración Universal de los Derechos del Niño
de las Naciones Unidas de 1959 y de la Convención de 1989. Después de que
la Sociedad deNaciones la consagrase como la Carta mundial de la infancia,
es todavía un referente ineludible.

¿Quién era esa Eglantyne Jebb?
Había nacido el 25 de agosto de 1876 en el seno de una familia anglicana
unida y feliz, una familia próspera de terratenientes, en una gran casa de
campo del condado de Shropshire.
Los Jebb eran gente activa -particularmente las mujeres, parece-. El padre,
formado comohombre de leyes, se interesa por los asuntos locales de carácter
público. La madre emprende un movimiento para enseñar ciencias del hogar y
manualidades, y posibilita que muchos niños y niñas puedan superar las
perspectivas de sus limitados horizontes. Todos los hijos participan en esta y
otras actividades filantrópicas. Eglantyne, un poco muchachote, dirigía a sus
hermanos y hermanas en batallassimuladas en los jardines, y les encantaba
con historias que inventaba. Algunas biografías nos hablan de un
temperamento fantasioso y de una cierta tendencia al autoritarismo. Pasa
muchas horas en la biblioteca de su padre, escribe, monta a caballo, nada,
hace largos paseos sola por el campo. Es consciente de haber disfrutado de
una infancia afortunada. Su educación habrá sido cuidada y libre;dominará el
francés y el alemán a través de las institutrices que tuvo de pequeña. Se
manifiesta precoz en algunos aspectos; en otros, infantil.
En este contexto familiar aprende, de una manera natural, el sentido de la
responsabilidad. Y en 1895, a los diecinueve años, estudia Historia en Oxford,
al Lady Margaret Hall. Allí encuentra un ambiente abierto al debate y al
aprendizaje, y compañeras quesienten sus mismas inquietudes. Ella quiere
hacer algo útil, lejos del bullicio de la vida de sociedad. Una aún difusa
preocupación por la infancia la lleva a hacerse maestra. Se precisaban
maestras en las escuelas llamadas “libres” que el Estado había creado en
1870. Asiste al Stockwell Training Collge, de Londres, una escuela de
preparación para el Magisterio donde pocas alumnas tenían una...
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