Deconstruccionismo
RILCE 10, 1994, 111-122
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JOSÉ MANUEL LOSADA GOYA
de una axiología jamás demostrada? Partiendo de estas bases e inversamente a como santo Tomás hiciera para acceder a la causa última que indudablemente no puedeproceder de otra anterior, Derrida concluye que no existe ninguna idea que carezca, a su vez, de otra ulterior. De aquí a la duda universal no hay más que un paso... Descartes había de emitirla de manera explícita como axioma preeminente; Derrida, sin mencionarla, la acomete de manera implícita para llegar, como era de esperar, a idéntica conclusión. Pero no deja de llamarnos la atención elacercamiento -permítasenos- un tanto ligero y superficial que Derrida hace de algunos temas, motivos, universales y textos tradicionales en la historia de la literatura1. Pongamos por caso su estudio de Paradise losu Cuando se parte de que el mal es un suplemento del bien que contamina la original unidad de ser de este último -algo parecido a como ocurre en el acto de habla y el acto de escritura-, nopodemos extrañarnos de los extremos que todo ello lleva consigo. Así, y recurriendo a la pregunta continuada sobre el origen de todo -del mal, de la caída, de Satanás, de la soberbia-, concluye Derrida que esta última ha sido creada por Dios mismo. En un segundo paso, y recurriendo a su habitual procedimiento de invertir el orden de las jerarquías, deduce Derrida que Adán y Eva -y, por ende, loshombres- no podían hacer actos humanos buenos hasta después de la caída: el primer acto bueno de Adán, nos sugería Milton, fue precisamente su propio sacrificio en manifestación de su amor por Eva, de donde se deduce que el bien procede del mal... Algo parecido a la tesis defendida por el
1 Y, podemos añadir, de la lingüística. Basten para mostrarlo los alegatos que certeramente dirige John M. Ellisen su Against Deconstruction. Este crítico de la Universidad de California pone en entredicho las afirmaciones que Derrida hace sobre el lingüista de Ginebra. Sus lúcidas apreciaciones, reposicionando a Ferdinand de Saussure y la tradición pedagógico-lingüística occidental, son una llamada inequívoca a una mayor seriedad científica dentro de la teoría y crítica contemporáneas; vid. 19-20....
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