Decreto 1290 de 2009
La nueva estrategia nacional de evaluación de aprendizajes de los escolares tiene su origen en la crisis que generó el Decreto 230 de 2002; crisis que estuvo asociada, fundamentalmente, con los criterios establecidos en la norma para aprobar y reprobar los diferentes grados de la educación básica y media (5% máximo de reprobación y 95% mínimo depromoción). De él se expresó durante seis años que fomentaba en los escolares la flojera, el facilismo, la alcahuetería, la irresponsabilidad, la coladera de “gente mala”, la “promoción automática” y la pérdida de autoridad del maestro, entre otros muchos calificativos. La consecuencia, se decía, es la “mala calidad de la educación, cuyos resultados se reflejan en la pruebas icfes”; “es que como ahora nose puede exigir…”.
Del nuevo Decreto (1290 de 2009) se dice hoy que generará anarquía institucional, regional y nacional, sin argumentación seria alguna, pero simultáneamente es visto como la oportunidad de redimir al escolar, al educador y a la educación, toda vez que: “ahora si se puede exigir”, “se pasa al que sabe”, “se pueden manejar escalas numéricas”, “estudian o se rajan”; “ahora sitenemos la sartén por el mango”. Al respecto, el profesor Luis Alberto Martínez (capacitador en el proyecto nacional Expediciones Botánicas Siglo XXI – José Celestino Mutis) en su participación en reuniones con educadores del Huila hace esta reflexión: “Hay mucha ortodoxia pedagógica que impide la lectura de lo que está pasando en educación. Se evidencia un nuevo tipo de sujeto, mediado por pautas decrianza diferentes a las nuestras; son diferentes en todas sus concepciones, por lo que las estrategias de aprendizajes deben ser diferentes y parece ser que los educadores no estamos preparados para eso; no hemos asumido el cambio de época, poco estamos haciendo para resolver en la escuela la crisis psicoafectiva de nuestros niños y adolescentes”.
En estas nuevas discusiones, como antes, no seasocia con el tema de calidad y evaluación escolar, por ejemplo la deserción departamental en básica y media (7%); la falta de pertinencia de los contenidos curriculares (estrategias pedagógicas, instrumentos y técnicas de valuación, metodologías generales, diseños instruccionales, unidades temáticas…); la indisciplina y violencia que se genera en las aulas cuando el educador no sabe que hacer endos horas de clase; el hecho de los padres que no colaboran frente a los actos de desobediencia, desatención y bajo rendimiento de los escolares; la situación de los directivos y docentes que atribulados por la crisis de pertenencia y relación generalizada, poco o nada asumen frente a los procesos de gestión académica y los ambientes escolares poco favorables; la siempre insuficiente asistenciatécnica, seguimiento y acompañamiento del ente territorial, encargado de la educación.
Toda esta problemática, es esencialmente de carácter pedagógico y como tal debe involucrarse en el análisis de cualquier sistema de evaluación, para no caer en la inmediatez de adoptar una escala de valoración, sea numérica o alfabética, como lo esencial del Sistema evaluativo institucional y la solución a losproblemas de calidad de la educación, los comportamiento de los escolares y la ética de los educadores. Se trata, entonces, de asumir que la práctica evaluativa ha sido y es cuantitativa, usada para medir niveles de respuesta heterónoma, memorística, informativa; de reconocer que es y ha sido una evaluación incoherente con el sujeto educable y, en consecuencia, con la finalidad educativa relativaa formar, a generar oportunidades y capacidades para el desarrollo del escolar como persona.
La medición o la cuantificación no es el origen de la evaluación ni puede seguir siendo el fundamento del acto de educar. Si educar está relacionado con formar integralmente seres que piensen, sientan, perciban, obren y actúen como humanos, entonces la evaluación no debería medir información ni...
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