Defensa de Paysandu
Y asícomienza la historia: Recién llegado de España don Javier de Elío con el título de virrey del Río de la Plata y al encontrarse con que la Junta de Buenos Aires no lo reconocía como tal, se dirige aMontevideo sabiendo que se estaba incubando en medio de todos estos pueblos un germen de revolución, contrario al régimen que él representaba. Este germen de rebelión ha sido sintetizado magníficamenteen su esencia por don Alberto Zum Felde cuando dice: ‘Una palabra mágica va subiendo por las cuchillas desiertas, de estancia en estancia, de rancherío en rancherío, de monte en monte ¡Guerra al Godo!Y a su conjuro, el peón deja la estancia, sale el matrero de la espesura del monte, el indio aúlla y levanta su toldería: Blancos, rubios, morenos, indios, negros, pardos, viejos, muchachos y mujeres,semidesnudos, hirsutos, desmelenados, montados en redomones, blandiendo lanzas y cuchillos, empuñando viejos trabucos, voceando en polvaredas, salidos no se sabe de donde, como paridos por la tierra,llegan de todas partes ¿A dónde van? ¿Por qué se mueven?...El levantamiento de la campaña contra el poder español es una rebelión de instintos. Nada sabe el gaucho de régimen de gobierno, ni de Leyesde Indias, ni de derechos políticos, ni de libertad económica, ni de autonomía nacional; sólo sabe una cosa: que odia al godo.
El godo es, para el gaucho, la dominación orgullosa, la autoridadarbitraria, el despojo de la libertad y de la tierra. Para el indio es la conquista que lo arroja de su suelo; para el matrero, la policía que persigue, encarcela y mata; para el peón es la altanería...
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