Dejenme entrar
Al término de sus estudios, el Periquillo ingresa al colegio de San Ildefonso a estudiar el bachillerato con especialidad en filosofía. Hablador como siempre, se las ingenia para impresionar a todos, masfueron mañas y malas costumbres, como el billar y el albur, en lo que se aplica con rigor. El día de su graduación, fue tal vez, el más dichoso de sus padres, quienes se enorgullecían del notable cambió del hijo descarriado. El adolescente Pedro Sarmiento se recibe de bachiller en artes. Su ego se desboca en proporción a sus berrinches. A pesar de eso, el padre lo convence de ir a “aprender” a unahacienda de un gran amigo.
r Periquillo, además de ser un bribón es un pícaro con malas intenciones, decidió por ella misma comprobarlo. De más está decir que fue su último día en la hacienda.
De nuevo en casa, su padre le propone dos caminos en la vida: estudiar para abogado o medico. Si no le gusta estudiar, le ofrece su ayuda incondicional para que aprenda el oficio que desee. Para variar,al Periquillo no le convencía ni lo uno ni lo otro y más aún, acude a pedir consejo con otro de sus zánganos amigos de nombre: Martín Pelayo.
Martín Pelayo supone que el mejor trabajo en la vida es ser clérigo –él estudia para eso-. Se vive bien de las limosnas, se es respetado, y sobre todo, nunca falta comida en abundancia. Cuando el padre del Periquillo le pregunta que había decidido parasu futuro, éste contesta con absoluta seguridad: clérigo. El padre le advierte que para ser clérigo se tiene que ser primero vicario, y que esto implica infinidad de privaciones, voluntad y mucho estudio. El narrador nos confiesa que su mayor objetivo en la vida era ganarse la vida generosamente, sin el menor esfuerzo, por lo que de nuevo contesta que tiene vocación de clérigo. Ni hablar, pocotiempo después, el uniforme es portado con todo orgullo por el estudiante de teología Pedro Sarmiento.
Martín Pelayo de inmediato lo invita a su gavilla y pronto, frecuenta billares y tertulias clandestinas. Al año, habla con fluidez el albur, es diestro en los juegos de azar, y baila y bebe con singular alegría.
Todo lo anterior a propósito de la fiesta organizada para celebrar el regreso dePedrito, misma que antecede la desventurada suerte de su madre. No sólo gastó su último centavo en las continuas tertulias de su hijo, sino que poco a poco, empeño tras empeño, se fue quedando sin bienes hasta terminar por vivir, en un miserable cuarto pues Pedrito, no sólo no mostraba el mínimo interés por trabajar sino que insistía en vivir como antaño. La madre, al borde de la miseria, pide asu hijo aprender algún oficio o que haga algo para traer dinero a casa. Sin embargo no obtiene resultados. La madre del narrador muere sin ver redimido a su pícaro hijo. Muere entre delirios pidiendo que le den de comer a su hijo.
El Periquillo se encuentra en la calle, ningún pariente lo auxilia, solo un encuentro casual con Juan Largo le pone destino. El Januario vive de hacer trampas con...
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