Del arte estratégico

Del arte estratégico
"La guerra es dulce para los inexpertos"
Erasmo de Rotterdam
Esta no es la apología que saca de quicio a los humanistas ni la calumnia moralista que divierte tanto a los artilleros convencidos, se trata, en su lugar, de una excepcional mixtura de esas raras cosas admirables que han acarreado las guerras cuyos lutos con el tiempo se han perdido, pero sus maneras, creemossaberlo cómo, han sobrevivido. Si de algo estamos seguros, en estos angustiosos días donde todo se compra y todo se vende, y va ganando quien vende y va perdiendo quien compra, pocas veces al revés, es de que esta apasionada guerra mercantil aprendió, reemplazando la horrible idea de ‘matar’ por la vigente idea de ‘vender’, a vencer al enemigo. En la China, quinientos años antes de nuestra era, SunTzu, escribió un manual práctico para conducirse en los campos de batalla El arte de la guerra, que hoy en día se lo utiliza igualmente en el mundo de los negocios donde, a decir de Galeano, “la sangre corre mucho más.” Es así que en el mundo especializado de las empresas se manejan indistintamente ‘estrategias’ y ‘tácticas’ propias de los generales, como si en verdad se viviera una guerra,convirtiendo a este manual y tantos otros inspirados por él, en imprescindibles para vida (o para la muerte, según las ventas).
Sea como fuere algunas estrategias son las que nos ocupan en esta ocasión. En lo que va de la historia, el arte del mando militar no han dado a nadie mayor gloria que a Aníbal, Alejandro, Julio César, Gengis Khan, Huayna Cápac, Napoleón y Hitler, entre unoscuantos más de sobrada inteligencia y oportunidades que hicieron eco de la sentencia de Vegencio “la guerra es la forma que tiene el ser humano de demostrar su imperfección”, pero la tradición, llena de estereotipos, nos ha enseñado a recordarles con admiración y hasta con cierto cariño que a veces nos conmueve. No obstante, detrás de estos nombres se esconden millones de seres anónimos quevivieron las batallas, pero sobretodo que murieron en el cumplimiento de los despliegues tácticos que torcieron el curso de la historia. Obedientes que esperaron, que fingieron, que confrontaron, que ganaron terreno, que mintieron y que supieron manejar situaciones realmente desesperadas. Como en el amor, según veremos, en la guerra se vale todo.
Una de las más viejas estrategias de guerraestá basada en guardar la apariencia, probablemente está inspirada en el Caballo de Troya, que ha dado pie al “ataque sorpresa” en las batallas posteriores, evolucionando a lo largo de treinta siglos hasta consolidarse en la I Guerra Mundial como el camuflaje científico, imitando a los medios naturales en la primera línea de batalla. A medida que este mecanismo avanzaba también han avanzado susdetectores. Para la II Guerra Mundial ya se utilizaban los rayos inflarojos con el fin de reconocer a los enemigos matizados con el ambiente. Pero la estrategia fue mucho más allá, así nos recuerda aquella ocasión de los misiles antirradar utilizados en Vietnam, o la táctica israelita que golpeó a los sirios con el uso de sofisticados bombarderos antirradar. La apariencia, como camuflaje en labiología, asegura la supervivencia, borrando la ética del espíritu romántico de las hazañas cuerpo a cuerpo que inspiraron al ajedrez. Asunto que cercanamente se repite en el rescate de Ingrid Betancourt utilizando vestimenta de un equipo humanitario en la operación que engañó a las FARC.
Una de las cosas más difíciles de explicar es conocer cómo se exhorta al ejército a luchar en laguerra. Hernán Cortés tenía estrategias muy singulares al respecto, como cuando, llegando al actual Veracruz, mandó a incendiar todas sus embarcaciones para obligar a pelear a sus hombres deseosos de regresar a España. A ellos no les quedó otro remedio que emprender la campaña de la conquista. Tácticas únicas que por más de una ocasión le llevaron a sitiarse y salirse al paso con alguna ocurrencia...