Del Aula A La Oficina
Autor: Luis Luna León
Tengo la oportunidad de impartir cátedra a nivel universitario. En las aulas he aprendido mucho. Con cada alumno y con cada generación.
También me de dado cuenta de las diversas experiencias de vida por las que atraviesan los jóvenes. Algunas de ellas inventadas para justificar la mala calificación; pero otras, tan reales que los hanobligado a desertar de la escuela.
Son tres los motivos por los cuales un alumno decide salir de la universidad. Por un lado, la búsqueda de un trabajo por la falta de dinero; por otro lado la enfermedad y, por último, la falta de actitud. Y ojo: ni siquiera es incapacidad. Es actitud.
De los que se salen no puedo emitir un juicio. Ya no son mis alumnos y no puedo analizar lo que no veo. Perohablemos de los que se quedan en la escuela.
Haciendo un análisis, y con base en el Informe sobre la educación superior en América Latina y el Caribe 2000-2005 realizado por la UNESCO, del cien por ciento de los alumnos de una universidad, solo el 40 por ciento logra terminar sus estudios.
En mi caso particular, he visto como aquellos grupos que inician con muchos estudiantes, terminan egresandosolo 7 u 8 en cada aula.
Lo curioso del caso, es que de esos egresados, solo uno o dos tienen un futuro asegurado, es decir, son esos los que poseen las herramientas necesarias para los retos que les depara el mercado laboral. El resto llegó por capricho del destino. Y así le están apostando a triunfar en la vida, al destino.
Hace apenas unos días, leía un libro del Doctor Andrés Roemer,quien fue premiado con la presea “Don K. Price Award” por distinción académica en la Escuela John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.
En su texto, Roemer hace énfasis sobre la mala influencia que sobre los alumnos desarrolla la educación tradicional que en muchas escuelas todavía se sigue impartiendo.
“Copien del pizarrón” “guarden silencio”, “repitan después de mi”, “memoricen”,“dictado”, “sigan las indicaciones”. Son solo algunas de las frases que muchos maestros llevan a cabo con sus alumnos.
A diferencia del paradigma de la educación “tradicional”, el éxito del aprendizaje no depende de memorizar, ni de repetir; sino de aprender a cuestionar, a analizar, a inquirir, a imaginar, a crear.
De generar en el alumno una mentalidad reflexiva. Que no se aprendan a pie juntillas elsignificado de un concepto, sino que más bien, comprendan lo que encierra cada tema que están recibiendo en clase.
Lo que se logra con ello, es que el alumno haga “suya” una definición o “suya” su hipótesis sobre tema en especifico. Cuando esto sucede, el está en la posibilidad de defenderla ante cualquier argumento que se le plantee.
Y esto señores, es el ideal que todo catedrático debe deinculcar en cada uno de sus alumnos. Y hablo de la Actitud. Una actitud fundamentada y respaldada. Una actitud emprendedora. Impetuosa, con mucha iniciativa. No temerosa de lo que sabe porque lo ha debatido en el aula y ha aprendido de sus propios errores. Por ello coincido con el Doctor Roemer.
Pero el ideal dista mucho de la realidad. Hoy los jóvenes están tan acostumbrados a que todo sea fácilen la vida. Calificación, tareas, investigaciones, exámenes, clases.
Y no se dan cuenta que el ser humano se acostumbra a lo que vive a diario. SI hoy ceno abundante, y mañana también ceno abundante y pasado igual, al cuarto día, aunque no se tenga hambre, se querrá cenar abundante. Así es la costumbre. Tan fuerte que hasta la mediocridad se hace hábito.
Todo esto sale a colación, porque enestudios realizados por Olga Bustos Romero, de la Facultad de Psicología de la UNAM., se señala que es durante estos años, en donde se sumarán al menos 813 mil 169 jóvenes egresados de licenciaturas como Medicina, Odontología, Derecho, Contaduría, Administración, Arquitectura, Ingeniería Civil y Comunicación que se quedarán sin empleo. Si, así de simple. Sin empleo.
¿Cuál o cuáles son los...
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