Del Liderazgo Transformacional Al Distribuido
2006, Vol. 4, No. 4e
UNA DIRECCIÓN ESCOLAR PARA EL CAMBIO: DEL LIDERAZGO
TRANSFORMACIONAL AL LIDERAZGO DISTRIBUIDO
F. Javier Murillo Torrecilla
INTRODUCCIÓN
La investigación y la experiencia han evidenciado que el comportamiento y la actitud de la
persona que asume las funciones de dirección en laescuela son un elemento fundamental que
determina la existencia, la calidad y el éxito de procesos de cambio en la escuela (p.e. Coronel, 1995;
Fullan, 1996; Gunter, 2001; Murillo, 2004; Northouse, 2004). De esta forma, es posible afirmar que si
queremos cambiar las escuelas y, con ello, mejorar la educación, necesitamos contar con personas que
ejerzan un liderazgo desde el interior de laescuela que inicie, impulse, facilite, gestione y coordine el
proceso de transformación. Personas con una preparación técnica adecuada pero, sobre todo, con una
actitud y un compromiso con la escuela, la educación y la sociedad capaces de ponerse al frente del
proceso de cambio.
Con ello, la literatura sobre “dirección para el cambio” se ha multiplicado en estos años,
fundamentalmente en elámbito anglosajón. Quizá como un indicador no sólo del interés y la
importancia de esta temática, sino también de lo difícil de encararlo con éxito. Las paradojas, dilemas
y complejidades que subyacen hacen que sea un ámbito escurridizo, difícil de aprehender en su
globalidad.
En este artículo vamos a hacer una revisión de la investigación sobre dirección para el cambio,
partiendo de los primerosmomentos de la investigación y llegando a la promisoria idea del liderazgo
distribuido. Con ello buscamos poner en primer término del debate técnico y político la necesidad de
redoblar los esfuerzos por conseguir un modelo de dirección que contribuya a conseguir una escuela
de calidad para todos.
1. UNA MIRADA A LA INVESTIGACIÓN SOBRE LIDERAZGO
La preocupación por obtener evidencias quecontribuyan a un mejor desarrollo de la función
directiva en la escuela es tan antigua como la propia investigación empírica sobre educación. Sin
embargo hasta los años sesenta esa investigación apenas es una adaptación a la educación de la
investigación sobre liderazgo en general (Murillo, Barrio y Pérez-Albo, 1999; Yulk, 2002).
El primer impulso de la investigación sobre liderazgo, no centradoen la educación, hay que
fecharlo en torno a las décadas de 1930 y 1940 cuando se desarrollan una serie de investigaciones bajo
el paraguas conceptual que ha venido en denominarse teoría de los rasgos. Este planteamiento partía
de la premisa que los líderes no se hacen, nacen con unas características innatas que los llevan a
desempeñarse de forma destacada. De esta forma, los esfuerzos ibandirigidos a descubrir cuáles eran
las características de la personalidad ideal del líder. Los cientos de estudios amparados bajo esa teoría,
sin embargo, no pudieron encontrar características de personalidad, físicas o intelectuales relacionadas
F. Javier Murillo
con el liderazgo exitoso, ni siquiera la existencia de un líder ideal, dado que ésta siempre estará ligado
al contexto donde sedesarrolla (Watkins, 1989, Northouse, 2004).
Visto ese fracaso por encontrar las características personales de los líderes ideales, la
investigación se centro en sus conductas y comportamientos. Con ello se inició la llamada teoría
conductual sobre liderazgo (Short y Creer, 2002). Los estudios desarrollados al amparo de ese marco
teórico se desarrollaron en dos líneas diferenciadas: por un ladola investigación sobre las
características del trabajo directivo, es decir qué actividades, funciones, responsabilidades asumen los
directivos y cómo distribuyen su tiempo; y, por otro, los estudios sobre las conductas sobre los
directivos eficaces. Como producto de la primera línea de trabajo se propusieron diferentes relaciones
de estilos directivos; de la segunda, distintas listas de...
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