Del Purgatorio Y Otros Lugares Del Más Allá. Beinert

WOLFGANG BEINERT

DEL PURGATORIO Y OTROS LUGARES TENEBROSOS DEL MÁS ALLÁ
En el año 2007 el Vaticano pisó dos veces el campo minado de la escatología. El 19 de enero, el papa Benedicto XVI aprobó la publicación de un documento de la Comisión Internacional de Teólogos sobre “la esperanza de la salvación de los niños muertos antes de ser bautizados“, que cuestiona el concepto tradicional dellimbo. Este texto creó una gran confusión.Aunque no procede directamente del papa, sin embargo éste dio luz verde a su publicación. Casi 10 meses más tarde, el día 30 de noviembre, firmó su segunda encíclica “Spe salvi” en la que dedica una profunda meditación a la esperanza cristiana. En la tercera parte trata “del juicio como lugar de aprendizaje y ejercicio de la esperanza” y se adhiere a lainterpretación del limbo de “algunos teólogos actuales” que rechazan el depósito doctrinal de la escatología tradicional. Representa una postura totalmente nueva del magisterio de la iglesia, ya que parece que se van a enfocar algunas cuestiones de la escatología“desde arriba”. Este tema dogmático ha interesado siempre a los hombres, aunque hoy sus afirmaciones tradicionales estén bajo sospecha de ofrecera los creyentes más un curioso mitologema ultramundano que orientaciones para la vida. Vom Fegfeuer und anderen dunklen Jenseitsorten, Stimmen der Zeit 131 (2008) 310-322.

Seguir viviendo entre el cielo y el infierno

como la mayoría de los hombres que van dejando este mundo. Para ello debemos remontarnos a Adán y Eva. Son importantes como clave del inicio del género humano y además comopersonificaciones de su salvación y su perdición. Por la cultura de las sepulturas y el culto a los muertos sabemos que desde el principio las personas han pensado en una supervivencia después de la muerte física, la mayoría de las veces ligada a la convicción de que
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Ambas noticias nos ofrecen la oportunidad de reflexionar sobre los complejos desarrollos de la imagen cristiana del hombre que allíse mencionan: acerca del destino de aquellos hombres que ni son totalmente santos (“que van directos al cielo”), ni presas del diablo que deberían consumirse en el infierno, sino que no son del todo buenos ni tampoco del todo malos,

dicha supervivencia dependía de la moralidad en vida del difunto. Pero no ha sido siempre así: en el judaísmo esta dependencia se percibe por primera vez en loslibros de los Macabeos (siglo II a C.). Se pueden encontrar dos razones. Está la reflexión sobre la fidelidad de Dios que ama a los hombres como a sí mismo y no los va a dejar caer en la nada. Y está el problema de la teodicea: hay tanto sufrimiento y tanta injusticia repartidos selectivamente por el mundo, que uno no se puede imaginar que esto vaya a quedar así para siempre. Y ya que es evidente quela compensación no va a tener lugar en este mundo, tendrá que hacerse efectiva en el más allá. La consecuencia: mientras en los primeros estratos del judaísmo los muertos (sin distinción alguna) vegetaban (que no vivían) en el sheol, tenebroso reino de las sombras, encontramos en el evangelio de Mateo, con efectos históricos decisivos, un más allá doble: el cielo como compensación para los buenosy el fuego del infierno como castigo para los malos. En este punto tenemos que evocar otra vez a Adán y Eva. Según el Génesis habían pecado contra Dios. En la teología patrística se nos plantea esta reflexión: si sus descendientes igualmente pecaron contra Dios, no lo hicieron sólo como consecuencia del mal ejemplo de sus padres sino porque su pecado formaba parte de su herencia. Y esto eraimaginado drásticamen-

te: ya que todos los hombres descienden de Adán, en cierto modo estaban ya en sus testículos. Dado que la corrupción del pecado abarcaba por completo al hombre Adán, también había dañado su semen, es decir, a todos los hombres. En el siglo V Agustín de Hipona (+ 430 d. C.) desarrolló la teoría del pecado original. Los puntos de partida fueron la práctica bautismal y una cita...