Delincuencia

Discurso y delincuencia

Felipe Calderón Hinojosa rechazó que en México sólo exista lugar para la tragedia

De no haber bastado (este chisme computístico ya había puesto “bastardo” donde escribí“bastado”, lo cual me apresuro a informar a usted en abono de mi pulcritud y buenos modos) la definición protofascista del señor Giuliani en la huella de McCain, sobre cuyos pasos la ingenuidad neonazide doña Sarah Palin, una fundamentalista episcopal que, más allá del destino manifiesto de John L. O’Sullivan*, recién nos descubrió la naturaleza divina del derecho gringo a invadir Irak o, en todocaso, donde se le pegue la gana, en México también arraigan oradores de la escuela nacional socialista, como el señor Felipe Calderón, si bien justo es decir que solo en la médula ideológica y no en lapirotecnia verbal de la exitosa escuela fundada por el doctor Paul Joseph Goebbels. Pero la lucha se hace, como ocurrió el jueves en el Centro Banamex ante los trabajadores de Wal Mart acarreadospara hacer quórum al discursito del jefe del Gobierno Federal.

Giuliani se evidenció como un personaje ditirámbico, algo así como el contador de chistes en la fiesta anual de los bomberos, lo cual nole exime de la dolorosa celebridad que su trágica definición de la cero tolerancia, la represión llevada a sus últimas consecuencias, para combatir una criminalidad abonada en los terrenos de lamiseria y la injusticia; está de más decir que también se envileció. Aunque todo parece indicar que ya lo estaba de tiempo atrás.

La señora Palin, a su vez, caracterizó la guerra de Irak como unmandato de Dios. “Recen por nuestros soldados, que se esfuerzan por hacer lo que es importante para el país”, dijo la gobernadora de Alaska. “Nuestros líderes nacionales los envían siguiendo un mandato deDios”. Hay que saber siempre que hay un plan, añade. “Y es un plan divino”. Al principio, la fuente pareció ser establecida en la gran catedral de fresno rojo donde Odín reside en el Walhalla, pero...