Delincuentes con transtornos mentales

INTRODUCCION

Cuando las personas con trastornos mentales delinquen, el castigo y la seguridad comunitaria dejan de ser criterios prioritarios, y ni siquiera son relevantes; aquí la canalización y la aplicación de tratamientos adquieren una importancia fundamental.
“Al emitir una orden de hospitalización, el tribunal pone al paciente en manos de los doctores, renunciando en consecuencia a todaacción punitiva y delegando todas sus atribuciones a las autoridades medicas”1
Resulta paradójico que, por una parte, haya reclamos a favor de que se proteja al delincuente con trastornos mentales contra los efectos perniciosos del sistema de justicia penal, lo cual se traduce en la exigencia de un encausamiento más temprano aun, y que, por otra parte, parezca desconfiarse cada vez mas de lasresoluciones terapéuticas para los transgresores que se encuentran en las etapas finales del proceso penal.
Los tribunales tienen la facultad para combinar una condena carcelaria con una orden de hospitalización inmediata, esto ilustra el deseo de mantener el control penal sobre los delincuentes con trastornos mentales además de la preocupación que genera en la población la reincidencia de expacientes de instituciones psiquiátricas, sin embargo, se ha demostrado que:
• “Las tasas de reincidencia no son mas altas que cualquier otra categoría de transgresores”2
• “Cuando los pacientes psiquiátricos se deciden a matar, tienen mas posibilidades de hacerlo contra si mismos que contra otros”3
A los delincuentes con trastornos mentales se les aísla por requerir “tratamiento” especial,cualquiera que sea el carácter de la política que se adopte (cuidado especial o control especial), por lo que la disposición “especial” se traduce en una discriminación especial.


1 Ley de Salud Mental de 1959
2 Murray, 1989
3 Sims, 1996
En este caso, el conflicto básico es entre las doctrinas del bienestar social y del legalismo: este prevalece en el extremo de los delitos graves y aquel en lavertiente de los trastornos mentales graves.

 El legalismo ocurre cuando la ley acostumbra envolver al paciente en una red de protecciones sustantivas y de procedimiento contra la privación injustificada de la libertad y el tratamiento obligatorio
 La doctrina del bienestar social se impone cuando las salvaguardas legales son reemplazadas por una discrecionalidad profesional que permite unacceso inmediato a tratamientos y cuidados médicos, sin recurrir a engorrosos procedimientos burocráticos4

Gostin señala que la Ley de Salud Mental de 1983, que abarca tanto a los no transgresores con perturbaciones mentales como a los delincuentes mentalmente trastornados, alcanza cierto equilibrio entre ambos principios, porque preserva la doctrina del bienestar social, pero mejora lassalvaguardas para los derechos de los pacientes en áreas como el tratamiento sin consentimiento y la detención permanente de los pacientes transgresores.













4 Gostin, 1986
1. TRASTORNOS MENTALES Y DELINCUENTES Y LA NECESIDAD O NO DE DISPOSICIONES ESPECIALES

Concebir la existencia de un grupo discreto de delincuentes mentalmente trastornados presupone una categoría dedelincuentes mentalmente sanos. Esto no significa que se niegue el elemento mental en todos los delitos, sino que dicho elemento puede ser racional o inaceptable, de acuerdo con las circunstancias particulares de cada caso.

“Es la razón lo que hace al hombre responsable ante la ley, la razón y solo la razón. Es la razón lo que brinda al hombre soberanía sobre las cosas animadas e inanimadas. Es larazón, y no las emociones desordenadas, lo que lo distingue de los animales; es lo que lo hace hombre; es lo que lo impele a someterse al imperio de la ley. Por ello, podemos aseverar que solo una razón trastornada puede justificar la absolución total por actos contrarios a la razón y a la ley.”5

En el área de la llamada delincuencia normal, suelen constituirse alegatos atenuantes por elementos de...