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El doctor Francisco Muñoz Conde nació en Fuentes de Andalucía, pueblo de la provincia de Sevilla, ciudad a cuyas universidades ha permanecido vinculado durante toda su trayectoria académica. Primero, un largo período en la Universidad de Sevilla, desde que comenzó su andadura con el profesor Navarrete Urieta hasta la segunda mitad de los años noventa, cuando decidió trasladarse ala recién creada Universidad Pablo de Olavide. Asimismo, parte importante de su etapa de formación como penalista se realizó en la Universidad de Munich.
Hasta el momento presente, el punto culminante de su vida científica es la concesión en noviembre de 1999 del Premio Mutis Humboldt de Ciencias Jurídicas, que le fue entregado en ceremonia oficial en Bayreuth, en abril del 2000. Hasta llegar aello -y también posteriormente- es autor, entre otras muchas aportaciones, de decenas de libros, entre los que destaca particularmente su Derecho Penal. Parte especial, que va por la decimotercera edición y del que se han vendido más de cien mil ejemplares. Otras referencias importantes son: El error en Derecho penal (1989), Derecho Penal. Parte general (cuatro ediciones, escrito junto con laprofesora García Arán), así como los libros escritos en colaboración con el profesor Hassemer: Introducción a la Criminología y al Derecho Penal (1989), La responsabilidad por el producto en Derecho Penal (1995) e Introducción a la Criminología (2001).
El presente escrito resume una larga conversación celebrada el día 26 de febrero de 2002 en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (España). Comoha venido siendo regla general en esta serie de conversaciones con importantes penalistas, debemos expresar nuestro especial agradecimiento al profesor Muñoz Conde, por su cálida acogida y por la generosidad con que compartió su tiempo con los autores de estas líneas.
MO:¿Quiénes son sus maestros?
MC: Creo que debo mucho a Navarrete en la medida en que me orientó hacia Alemania. Él era discípulode Mezger y estaba casado con una alemana. Como penalista, la verdad es que no escribió gran cosa, a pesar de ser un tipo muy inteligente, pero también muy abúlico. Aunque nuestros caminos discurrieron muy separados, incluso totalmente opuestos, creo que aprendí mucho de él. Era un hombre con sensibilidad cultural, que siempre me sugería cosas, que descubrió en mí la faceta de preocupación porasuntos intelectuales. Desde luego muy pocas veces hablaba con él del dolo o del concepto ontológico de acción a pesar de que se había formado con Mezger. A uno le da la impresión, después de haber estudiado la implicación de Mezger en el nacionalsocialismo, de que realmente Navarrete con Mezger hablaba mucho más sobre planteamientos criminológicos que de dogmática. En aquella época sorprendía que,siendo discípulo de Mezger, no entrara en la polémica sobre el finalismo y el causalismo, y yo pienso que él en el fondo sabía bien que a Mezger no le preocupaban mucho estos temas.
MO: ¿Cuáles fueron sus primeros pasos en la carrera de profesor universitario?
MC: Navarrete me vinculó a Alemania. Él me dijo que me fuera para allá en vez de orientarme a Italia o tenerme en Sevilla sentado en unasilla a su lado. Yo he sido siempre muy aficionado a la música, incluso casi me siento más músico que jurista y al principio, allí en la patria de la música, me dedicaba a la música clásica fundamentalmente. Tocaba el clarinete, el piano... lo que me abrió unas perspectivas impensables en aquella España cutre y aislada. Aunque fuera un país tan conservador como Alemania, la verdad es que era ungran país. El alemán es un idioma difícil, pero a mí no me preocupaban los idiomas y lo estudié muy a fondo, por mi cuenta. Siempre he sido autodidacta. En aquella época contacté con Maurach, que era el que estaba, ya muy mayor, en Munich.
JB: ¿Fue también en Munich donde conoció a Roxin?
MC: Sí, siempre he estado vinculado a Munich. Y tuve la enorme suerte de encontrarme allí con la llegada de...
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