Democracia en mexico
Muchos ciudadanos adoptan el cómodo mea culpa del “tenemos los gobiernos que merecemos” y a sobrevivir el sexenio… Pero es precisamente por creer que los derechos y deberes cívicos del ciudadano se agotan al arrojar a la urna un voto – como quien confía su suerte a los vuelcos de un dado – que tenemos gobiernos que no terminan por convencernos.Elegimos a un candidato, pero desconocemos por completo qué hará una vez que sea gobernante y lejos de consensuar la vida común, la padecemos… ¿quiénes decidieron estos contornos generales de nuestras vidas? Superar esta ciega apuesta implica advertir las limitaciones de una “democracia” elitista, en que la mera invitación al diálogo suscita sospechas y desconfianza, fruto del demérito en que han caídolos “grandes pactos” incumplidos de los años electorales y el desprecio hacia el ciudadano.
Las denuncias al respecto también han ocupado muchos espacios. En vez de compendiar una vez más las faltas en que hemos incurrido, este texto busca proponer un consenso que vaya más allá de las elecciones y algunas características del mismo. Como en toda invitación al diálogo, caben todas lasrectificaciones y la esperanza del consenso.
Libertades públicas y autonomía del sector social
Ya de inicio, aunque el individuo sea consciente de su responsabilidad histórica, no es autónomo porque hay una historia que lo determina hasta en lo más sutil. Podemos decir que el ciudadano autoconsciente no actúa en contra de la comunidad, está comprometido con la unidad nacional y la justicia social, pero enel marco de esta conciencia debemos garantizar al individuo la libertad de disentir para que la vocación de nacionalidad y ciudadanía no se convierta en ocasión para legitimar la injusticia. Por ello, el diálogo que nos invita al consenso nacional debe precisar lo que se aproxime más a la justicia (que se cumpla con las garantías constitucionales, que se amplíen los derechos políticos y civiles,que se hagan respetar las garantías sociales y se dé marcha atrás a las leyes y políticas públicas que vulneraron el bienestar de las mayorías). Es más, ahí donde el consenso de unos cuantos se impone a la mayoría – como suele ocurrir – o donde el consenso de la mayoría atropella los derechos de uno o varios ciudadanos, subsiste el derecho a la rebeldía frente a un destino injusto.
Por supuesto,una sociedad en la que nos rebelamos a la injusticia es deseable cuando existen instituciones y procedimientos que garanticen a todos que su derecho a disentir, siempre que se justifique y sea pacífico, tendrá su lugar en el diálogo, se considerará para llegar al consenso sin excluir a nadie que en justicia reivindique sus derechos (esa garantía evita la violencia de algunas reivindicaciones,fruto del distanciamiento del gobierno y las complicidades entre algunas elites). De ahí la necesidad de que nuestro próximo gobierno reconozca el derecho de la ciudadanía a participar en la creación de este destino común y de cada ciudadano. Así como es importante elegir a quienes serán nuestros gobernantes, es tanto o más importante decidir cómo nos van a gobernar, cómo administrarán nuestros...
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