Democracia y civilidad
y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fUe la 'Pereza, sólOa tres pasos de una piedra. Después se escuchó a la
fediscutiendo con Dios en el cielo sobre la zoología. Sintió Vibrar a la 'Pasión y al Deseo en el
centro de lOS vojcanes. En ún descuido encontró a laEnVidia y claramente pudo deducir dónde
eStaba el j)"lunfO. Al Egoísmo ni tUVO que buscarlo, él solito salló disparado de su escondite •..
que había resultadoser un nido de aVispas.De tantO caminar le dio sed, y al acercarse al lago
criStalino descubrió a la 'Belleza. Con la Duda resultó mucho más fácil aún, puesla encontró
sentada sobre una cerca sin saber de qué lado esconderse.
Así fUe encontrando a todos. Al Talento entre la hierba fresca, a la AnguStia enuna oscura
cueva, a la Mentira detrás del arco Iris cmentlra, eStaba en el fOndo de lOSocéanos), y haSta al
OlVIdo, quien Yase había ojvtdado queeseabajugando a las escondkras. SÓlOFaltaba el Amor.
No aparecía por ningún lado. La Locura buscó detrás de cada árbol, baió a cada arroyuelo del
planeta, subió alas cimas de las montañas.
Cuando eseaba a punto de darse por vencida, divisó un rosal, tomó una horquilla y comenzó a
mover las ramas. De pronto seescuchó un doíoroso grito.
'
Las espinas habían herido al Amolloró, Imploró, suoucó, rogó, pidió
La Locura no sabía cómo hacer para dtscumerse,
ynaseaprometló ser su lazarillo.
Desde entonces, desde Que por primera vez se jUgó a las escondidas. el Amor es Ciego y la
Locura 10 acompaña.
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