democracia
Una vez más, los números “macro” de la economía no alcanzan aexplicar la situación real de la población. Si bien es cierto que la economía brasileña vislumbra algunos nubarrones en el horizonte (inflación cercana al 7% en el último año, apreciación creciente deldólar respecto del real, fuga de capitales hacia el exterior, caída proyectada del 50% del superávit comercial respecto del 2012, 34% de caída acumulada en lo que va del 2013 en la Bolsa de San Pablo),en general se puede seguir hablando del país más industrializado de América Latina a un paso del pleno empleo (la tasa de desocupación es de apenas el 5%), uno de los más interconectadosinformáticamente del mundo con 61 millones de usuarios de Facebook, con casi 200 millones de habitantes de los cuales 40 millones han salido de la pobreza en los últimos diez años incorporándose a una consistenteclase media.
El Estado está en el centro de la crítica social: no alcanza con el pan y el circo. Modelo extendido en todos los países latinoamericanos cuyos gobiernos se ufanan de encarnar proyectos“nacionales y populares” pero que en los hechos practican la versión más indisimulada de demagogia autoritaria, la vida social se ha llenado de subsidios por los que una enorme parte de la población comesin trabajar, al tiempo que el Estado le garantiza diversión gratuita (el “Fútbol para todos” argentino, la Copa Confederaciones + Mundial + Olimpíadas en Brasil). El deporte cumple una...
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