democracia
La imagen de los políticos y sus partidos ha caído a niveles mínimos: La abstención puede traducirse como “indignación” y “decepción” ciudadanas.La clase política, en términos generales, es percibida por el ciudadano de a pie como un grupo sordo a las demandas sociales, cerrado, excluyente y controlado por verdaderas pandillas y “caciques”,envueltos en corruptelas y negociados. El forzado binominalismo, la imposibilidad de emprender reformas constitucionales de fondo, entre otros factores, ha configurado un clima político y social quees percibido como escasamente democrático y disociado de los anhelos de los chilenos.
El actual ordenamiento político del país resulta extemporáneo respecto a las transformaciones culturales quese verifican en el seno de nuestra sociedad. Se ha pretendido prolongar un diseño autoritario heredado de una dictadura militar que ya no se sostiene. Aquello que fue posible a principios de losnoventa, ahora ya no es posible. Nada tiene de extraño, entonces, que el hastío ciudadano se exprese como una ausencia que es, a todas luces, un reclamo, pero también un anhelo. En toda suradicalidad, no votar es rechazar una institucionalidad que es percibida como un “simulacro democrático” añejo e incapaz de solucionar los problemas reales de los ciudadanos y el deseo de una democracia...
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