Demoliendo Carceles
I
ÍNDICE
Prólogo: Nuestra experiencia en el CUD
Pág. 3
Atravesar los muros
Pág. 6
CAPÍTULO I
Introducción
Pág. 15
Hipótesis iniciales
Pág. 22
Perspectivas teóricas y metodológicas de la investigación
Pág. 25
CAPÍTULO II
Reseña histórica del CUD
Pág. 29
CAPÍTULO III
El tratamiento periodístico de la cárcel
Pág. 40
Representaciones de la cárcel en los medios
Cuando el CUD sehace visible
Pág. 60
CAPÍTULO IV
Cárcel, Universidad y Sujeto
Pág. 76
Universidad extramuros y Universidad intramuros: construcción
del sujeto estudiante
El sujeto del CUD y la construcción de la identidad
Pág. 88
1
El vínculo estudiante - Profesor
Pág. 99
Relación entre pares: estudiante – estudiante
Pág. 104
Mundos paralelos: Estudiante - Servicio Penitenciario
Pág. 108
CAPÍTULO V
Lareinserción ¿mito o realidad?
Pág. 115
CAPÍTULO VI
Conclusión
Pág. 121
Documentación de Archivo
Bibliografía
Documentos audiovisuales
Artículos periodísticos
Filmografía
Anexo
Pág.125
Pág. 132
Pág. 133
Pág. 134
Pág. 136
2
PRÓLOGO: NUESTRA EXPERIENCIA EN EL CUD
La primera vez que se entra a una cárcel las huellas que quedan en la memoria son
imborrables. No importa si se va en condición devisita, docente, abogado, cura, personal
del servicio penitenciario. Cada uno experimentará un cúmulo de sensaciones que nunca
olvidará. Sensaciones relacionadas con la razón que lo lleva a entrar a una prisión. Nada de
lo que ocurre en una institución de encierro es natural y eso queda en evidencia un poco
antes de cruzar la puerta de entrada.
Mujeres cargadas de bolsas y vestidas de coloresllamativos, porque el protocolo de
visita indica que no deben usarse los mismos colores que usan los penitenciarios: ni gris, ni
negro, ni verde, ni azul, ni celeste, tampoco se puede llevar ropa ajustada, ni pollera corta,
cinturón, reloj, aros, ni nada que este hecho de metal. Se puede ingresar el diario del día,
pero sin la sección de “clasificados”.
Mujeres en su mayoría: madres, esposas, novias,hermanas, tías, hijas, hacen horas
de cola los días de visita, para ver a “sus hombres” del otro lado de los muros y jurarse, una
vez más, estar allí la semana próxima. Muchas cargan en sus brazos niños chiquitos o
bebés, que esperan con la misma paciencia que sus madres a que se abra la puerta para
poder entrar. Quién sabe por qué, la visita a un penal es cosa de mujeres, ver hombres en la
colaes una rareza.
Frente a la cárcel, pequeños comercios hacen frente a las vicisitudes penitenciarias.
Si alguna de las mujeres olvidó la bolsa permitida para el ingreso o la vestimenta adecuada,
pueden alquilarlas en dichos locales. Asimismo, pueden guardar por un módico precio la
cartera y otros objetos personales, no permitidos en el ingreso (celulares, llaves,
desodorantes, relojes, etc.) en elbar de enfrente. En el bar se hace ‘la previa’. Es común ver
desfilar mujeres, antes de la hora de visita, de las mesas al baño y salir cambiadas (con la
3
vestimenta autorizada por el Servicio Penitenciario Federal), emperifolladas y perfumadas
para el tan esperado encuentro con sus hombres.
Los almaceneros de la zona suponen que lo que se compra en sus negocios tiene
como destinatario a unpreso, por lo que envasan y fraccionan los alimentos en bolsas
transparentes, para que la requisa sea más sencilla y menos perjudicial para lo que se lleva.
Vale decir, que en las requisas por lo general las galletitas son destrozadas, el pan lactal es
atravesado por una cuchilla reiteradas veces, los alimentos son manoseados por varias
personas antes de llegar a su destinatario. Hay restriccionestambién en lo que se puede o
no llevar a un preso, la gaseosa tiene que ser transparente, al igual que su envase. Lo que se
reduce a agua tónica o alguna que otra soda. Fruta no se puede de ningún tipo. El fiambre
tiene que tener un color plano, es decir, el salchichón primavera muere en la primera puerta.
Por tales motivos, los pocos almaceneros de la zona suelen preguntar el destino final de la...
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