Demos y cratos

Más de alguna vez hemos escuchado hablar sobre la “democracia” como un sistema legítimo y valido. Se nos dice que Chile es un país “democrático” y que todos y todas somos libres de expresar nuestraopinión. Muchas veces aseguramos, sin titubeos, que existe tolerancia y respeto por las minorías y por lo tanto se asegura el bien curso del sistema.
La democracia no solamente tiene aspectospolíticos, sino también culturales, sociales e inclusive económicos. Pero, ¿Es Chile un país que aplica este sistema? Es necesario aportar ciertos insumos a la discusión.
La historia de nuestro paísoficialmente es republicana, tolerante y respetuosa, es decir, tranquila y pacífica. Y digo oficialmente porque así está escrito en el subconsciente colectivo. Sin embargo, es cosa de recordar ciertos pasajespoco nombrados.
En la ciencia política se admite como nación a todos aquellos individuos que comparten elementos en común, ya sea idioma, costumbres, etc. Este, a su vez, es representadojurídicamente por el Estado. Aquellos que administran el Estado son considerados como Gobierno. Nuestro país no está exento de polémicas con respecto a estos puntos.
Desde los orígenes de nuestra vida comopatria independiente, ha estado latente el conflicto conocido como la “pacificación” o más bien “ocupación de la Araucanía”. En esta situación histórica se han visto enfrentados dos bandos, por una partela Nación Mapuche, heredera de Caupolicán, que levantó sus armas contra el winka español. Por otra parte el Estado, cuya única respuesta siempre ha sido la violencia desenfrenada y legitimada a travésde leyes que buscan, en teoría, “mantener el orden democrático.
Entonces, nos preguntamos, bajo la mirada de nuestro pueblo mapuche, ¿Ha llegado la democracia?
En la historia más reciente, podemosnombrar el periodo obscuro de 17 años que tuvimos que pasar. Aguantar la persecución, el exterminio político, la polarización social, la violencia estatal bajo mecanismos institucionales. Desde...