Dencia Relativa
En esas circunstancias, las relaciones con Cuba ya noproporcionaban los beneficios que se habían obtenido en fechas anteriores. La legitimidad del gobierno mexicano descansaba cada vez más en la evolución de su política económica y cada vez menos en rasgos deindependencia, imágenes o remembranzas revolucionarias. Asimismo, su estabilidad interna, a pesar del surgimiento del movimiento zapatista, poco ganaba del entendimiento o no con Cuba.
Lo anterior nosignificó la indiferencia hacia Cuba. La amistad con el régimen cubano, en que participaban la mayoría de las fuerzas políticas de México, con la excepción del PAN, seguía siendo lo suficientementefuerte como para que el gobierno mantuviera las formas de una buena relación y no prestase atención a los llamados de intelectuales en contra de la situación de los derechos políticos en Cuba. Pero, enrealidad, México no desempeñó un papel importante en la apertura hacia el capital extranjero que se inició en la isla, no fortaleció sus programas de cooperación con Cuba y no se interesó en delinearun proyecto hacia el futuro para su posicionamiento ante las diversos escenarios que podían surgir allí.
Para algunos conocedores, la fuerte tradición de amistad con el régimen de Fidel Castroinvitaba a México a buscar un papel de interlocutor que pudiese incidir, de alguna manera, en la transición del régimen político que deberá ocurrir en Cuba a corto o mediano plazo; en todo caso, a lamuerte de Fidel Castro. Muchos datos, como es la capacidad de incorporación de cuadros jóvenes en los actuales grupos dirigentes, o bien el empeño en proteger logros importantes de la Revolución en elámbito de la educación y la salud, invitan a pensar que esa transición no ocurrirá a partir de un colapso del actual régimen, sino que será el resultado de negociaciones entre la oposición menos...
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