Deontologia

“ La relación del hombre con el principio del universo consiste en que este principio es aprendido inmediatamente y se realiza en el hombre mismo, se me dirá y se me ha dicho, que le es imposible al hombre soportar un Dios que se está haciendo. Respondo que la metafísica no es una institución de seguros para hombres débiles y necesitados de apoyo”
Semejante postura esta reñida con la fecatólica y, en general, con el cristianismo. Un Dios que se está haciendo, siendo un principio cósmico y que se realiza en el hombre, invalida la tesis de los valores absolutos y de su jerarquización eterna, es además panteísmo puro.
De una de sus primeras obras: “ El resentimiento en la Construcción de las Morales”, son los párrafos siguientes: los hemos tomado de La Filosofía en sus Textos” PorJulián Marías ( Tomo III pág 405)
“… el origen del resentimiento va ligado con una actitud especial en la comparación valorativa de uno mismo con los demás.. Realizamos continuamente comparaciones entre nuestro propio valor, o el valor de algunas de nuestras cualidades, y los valores ajenos; y las realizamos todos, el egregio y el vulgar, el bueno y el malo. Quien, por ejemplo, escoge un modelo, unhéroe, esta sujeto a semejantes comparación de valores. Todo celo, toda ambición, pero también una actitud como por ejemplo, la imitación de Cristo, esta llena de comparaciones semejantes. No podemos convenir con J Simmel cuando intenta definir al hombre distinguido, diciendo que no compara su persona, su valor con otros y que “repele toda comparación”, quien repele toda comparación no esdistinguido, sino uno de los originales goethianos, un “loco por obra propia” cuando no es un snob. Pero Simmel ve ciertamente algo justo. La “conciencia de la comparación” puede realizarse de diversos modos… lo que simmel llama la actitud del distinguido consiste en que su aprehendidos en él y en otras. El distinguido tiene de su propio valor una conciencia ingenua, irreflexiva, que llena de continuo losmomentos consientes de su raigambre propia del universo. Esta conciencia no tiene nada que ver con el orgullo, pues el orgullo es la conducta que resulte justamente de haber experimentado una disminución de esa conciencia ingenua del propio valor, de donde se deriva una afirmación especial, artificial, del propio valor, un acto de su aprehensión y defensa reflejas. Pero aquel ingenuo sentimientodel propio valor, que acompaña al valor como el tono a los músculos, justamente lo que permite al distinguido apropiarse tranquilamente los valores positivos de otros, en la total plenitud de su sustancia y de su configuración: es lo que le permite conceder con liberalidad y largueza esos valores al prójimo. La estructura “relación entre el valor propio y el ajeno” se convierte para el vulgar, enla condición selectiva de su percepción de valores. No pueden aprehender en otros ningún valor sin tomarlo a la vez como superior o inferior, como mayor o menor que su propio valor, sin medir a los demás consigo y asi mismo con los demás”.
“ Ahora bien, sobre la base común de una actitud semejante se forman dos subtipos que distinguen según que la fuerza o la debilidad, el poder o la impotenciase unan con aquella actitud comparativa. El tipo del fuerte que valora vulgarmente es el ansioso, el tipo del débil es el resentido.
Scheler señala las fuentes de las frustraciones morales: orgullo y envidia. El distinguido se alegra por el valor donde quiera lo que encuentre. De no alegrarse ingenuamente, no sería moral. Al hombre vulgar le duele el valor ajeno. Es extropunitivo, estátentando a recurrir a la difamación, a la crítica injusta, si es intropunitivo, permite que la envidia y el resentimiento lo corroan, La excelencia del valor no es tocado por la mezquindad humana. Lo dice Schelderdel valor en general, expresa el “libro de la sabiduría” atribuido (falsamente) a Salomón, en que para él fue la sabiduría el valor supremo al que confiaba el gobierno de su vida:
“La...