dependencias

DEPENDENCIAS
Hace días escuché a un compañero que decía que entender mi enfermedad es sólo enmascararla; que al admitir que soy alcohólico sólo estoy tapando la botella; que también aquí, en esta aceptación, se debe de ir al fondo de la verdadera naturaleza, de la esencia de mi enfermedad; que no todo fueron aventuras de cantina; que hay que sumergirse en los defectos de carácter para asíconocerla y trabajarla con mayor libertad, porque la solución está en la experiencia.
Así que si tomo en cuenta mis características psicológicas, puedo decir que soy conflictivo, irresuelto, desvalorado, edipiento, infantiloide, irresponsable y lo que resulte de mi enfermedad. Ahora que lo he admitido, de mí depende por dónde quiero empezar, sin olvidar que también soy emocionalmente dependiente. Hedecidido trabajar con este “pequeño” problema que me ha agobiado. Dice la literatura que: “No hay dependencia más rastrera que la de un ser humano a otro”.
Llegué a pensar que no era dependiente, porque desde los trece años me salía de mi hogar, pero me iba y volvía; regresaba porque allí me sentía seguro; allí había comida que no me costaba, una cama para dormir hasta tarde, una televisión, habíatodo; y yo me aprovechaba del miedo que mis amenazas de irme de la casa le producían a mi madre. Cuando me bañaba nunca buscaba con antelación una toalla para secarme, sino que cuando ya me había bañado empezaba a gritar para que alguien (una de mis hermanas o mi madre) me trajera una toalla: en esa casa me encontraba seguro.
Hoy sé que cualquier dependencia causa inseguridad. Ahora sé que todoaquel escenario lo transporté a mi vida matrimonial. En mi vida de casado para todo dependía de mi mujer. Empecé a sentir celos de cualquier persona que requiriera un poco de atención de mi pareja; sentía ira, desconfianza y me frustraba cuando no se satisfacían mis necesidades de afecto y de sexo.
Ser dependiente me hizo perder la voluntad y la poca libertad que tuve al llegar al grupo. Perdí laoportunidad de vivir como me lo sugiere el programa; me volví masoquista y estaba atento a la reacción de la gente de la cual dependía. Me aferré a vivir mal, me volví adicto al malestar. Ser dependiente equivale a estar solo, perdido, asustado y asombrado en un mundo donde yo, como dependiente, soy un completo extraño.
Dicen que para solucionar un problema primero hay que aceptarlo. Toqué fondoy tras aceptar que mi conducta no era apropiada, vi que la dependencia no es problema sino sólo de quien depende: el dependiente es el más débil, el más exagerado, el más ególatra; es el que hace problemas del problema.
Un día leyendo el paso doce me llegó un rayo y vi que allí viene una pregunta a la cual, en otras ocasiones, no le había prestado atención suficiente: “¿De qué nos servirán estosprincipios si llegáramos a perder a un ser querido o algún miembro del cuerpo?”
Si aplico el programa de alma y corazón, esta dependencia, la de los principios que me proporcionan los doce pasos, no me va a fallar, y eso me prepara para cualquier clase de desprendimiento emocional y físico. Ahora sé que cuando no hay crecimiento emocional o espiritual no existe la capacidad suficiente deaceptación, porque se sigue siendo un inmaduro que no se adapta a la realidad. Si quiero permanecer sin beber y vivir mejor tengo que aprender a vivir conmigo.
Me ha costado aprender a desprenderme y a independizarme de una pseudo seguridad, porque cualquier ser humano falla. Esto no quiere decir que renuncie ante mi realidad. Porque cuando renuncio a lo que me afecta, adquiero una capacidad más sanapara ver la vida, porque nadie espera una guerra, nadie piensa en caer en la cárcel, nadie espera un terremoto. Son cosas que pueden suceder en cualquier momento y en cualquier lugar. Todo esto cabe ahora en un margen de probabilidades que pertenecen a la la realidad, porque el programa me prepara para lo peor, me enfrenta con pruebas que concuerdan con el tamaño de mi crecimiento emocional y...