Depresión
La mañana de aquel día se sentía cansada y marchita, la opacaron los dolores, laslágrimas futuramente derramadas, los gritos nunca lanzados, los abrazos y besos ansiosos por llegar a su meta. La terminó de entristecer una trágica noticia, una decisión fríamente calculada, previamente pensada, impulsada por el orgullo y la tan falsa y absurda dignidad masculina. Esa mañana no fue como las otras.
Hoy, hace seis meses, sucedió, hoy, hace seis meses, soy más feliz que nunca, y ahoraquiero contar la razón por la que hoy hace seis meses estoy así.
Gracias a esa misteriosa mañana, mientras caminaba en la tarde a preparar la sustentación de mi proyecto de grado junto con otras compañeras del colegio, empecé a recordar cómo era antes de conocerlo, antes de que mi vida estuviera poseída por un brillo tan deslumbrante que no me permitía mirar más allá de lo que realmente era,antes de que todos a mi alrededor se dieran cuenta primero que yo lo que sucedía y por qué sucedía, en fin, quise volver a lo que yo era hace seis meses, y entonces, me hallé una vez más, re descubrí a una joven llena de metas, de ilusiones, de versiones de la vida diferente a la de muchos, de sueños, de amores y desamores, de luchas, dolores y normalidades de personitas que apenas estánexperimentando lo bueno y lo malo del mundo. Fui feliz, me sentí enormemente bien al verme tan libre y despreocupada por las apariencias, me desentendí de lo malo, de lo bueno, de lo bonito y lo feo, tanta fue mi sensación que deseé volar y sobrepasar mi hermosa Santa Marta, tocar sus nubes y oler sus montañas, espiar a mi amor mientras gotas de agua corrían por su cuerpo que más de una vez me hizo vibrar,me hizo sentir su diosa porque él era mi dios, ese cuerpo que junto al mío se complementaban tanto así que éramos los únicos seres sobre la faz de la tierra aunque lo fuéramos sólo sobre la faz de las infinidades de camas que compartían nuestro secreto. Luego de volar tan alto y tan lejos, ansiaba regresar a la realidad que me golpea cortante y abrumadoramente.
Esa tarde tuve grandes deseos deperderme, no morir, sólo perderme, de mí misma y de todos, caminé mucho más que por lo general y mucho más lento, no pertenecía aquí, era de otro lugar donde no se siente dolor, donde se es feliz con el roce del viento en tu rostro, donde experimentas mil sensaciones mientras tu cuerpo estático puede apreciar la belleza de ese lugar en el que vivían mis tristezas, pero ellas no eran bienvenidas,eran aborrecidas y desechadas, cuando aterrizo ya no hay peso en mi alma, ya todo está bajo control.
Fue un 28 de abril que sus labios se condujeron rápidamente a los míos, hubo una breve plática entre ellos y se juntaron, no lo podía creer, ¡qué fácil fui! Pensé tantas cosas y entre otras tantas me seguí dejando llevar, me vi envuelta en sus brazos, en su cuerpo, en sus deseos de hacerme suya porprimera vez, esa primera vez fue nuestra, fue única, esa primera vez es imborrable, tanto lo es que la recuerdo como si viniera justo ahora de su cama y estuviera en la mía contándolo, volviéndolo a revivir. Antes que estallaran las ganas guardadas, nos habíamos conocido en Semana Santa, mis ojos lo apreciaban con gran deseo, pero tenía “dueña”, una que él no quería, una que lo mostraba ante...
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